A pesar del crecimiento de los salarios reales y el elevado nivel de la confianza del consumidor, el dinamismo del gasto en el consumo privado en México será condicionado por las políticas de Estados Unidos, señalaron instituciones financieras.
"La economía global se acerca a una nueva normalidad macroeconómica, pero los cambios en las políticas comerciales estadounidenses y los factores idiosincrásicos entre los diferentes países de América Latina influirán tanto en el crecimiento de los países como en el comportamiento de los consumidores en 2025", aseveró la calificadora Moody's Ratings en un análisis.
Agregó que el consumo sigue siendo positivo en general, aunque varía de un país a otro; en particular, el gasto privado es más sólido en México y Brasil frente a Chile y Colombia.
"En México, los salarios mínimos más altos y las fuertes remesas de los trabajadores en Estados Unidos también contribuyeron a la demanda interna durante 2024", expuso la agencia.
Cabe recordar que el próximo 20 de enero de 2025, Donald Trump tomará protesta como el cuadragésimo séptimo Presidente de Estados Unidos, y el republicano se caracteriza por su forma ríspida de negociar con otros países a través de la fricción y amenazas.
Entre las políticas que plantea el electo Mandatario destaca una imposición de aranceles de 25 por ciento a México, así como un plan de deportaciones masivas y distintos obstáculos en el envío de remesas al extranjero.
"El aumento de las remesas hacia México podría seguir enfriándose en 2025 a medida que se modere el crecimiento, pero la incertidumbre a corto plazo en torno a la amenaza del próximo Gobierno de Donald Trump de realizar deportaciones masivas probablemente incentive a los trabajadores extranjeros en ese país a enviar más efectivo de forma preventiva a sus países de origen", vaticinó la calificadora.
Además del contexto internacional, Moody's advirtió que los países de la región también enfrentarán retos internos que podrían limitar el comportamiento del crecimiento económico y el consumo.
"Los gobiernos de Brasil, Colombia y México luchan por reducir sus gastos fiscales, lo que podría complicar los intentos de los bancos centrales por flexibilizar la política monetaria. Las recientes reformas del poder judicial de México y los posibles cambios en las entidades reguladoras ponen en riesgo el debilitamiento del entorno operativo empresarial", indicó el análisis.
Asimismo, señaló que el consumo en México ha mostrado una clara tendencia de desaceleración desde 2023, pero las bajas tasas ofrecen cierto apoyo tanto para los consumidores como para los gastos corporativos.
Por su parte, BBVA señaló que el acumulado de los primeros 11 meses del año el gasto privado en México reporta un crecimiento promedio de 9.8 por ciento a tasa anual, 1.8 puntos porcentuales por debajo de la cifra observada en el mismo periodo del año anterior.
Por tipo de bienes, el banco de origen español destacó la desaceleración en el gasto en servicios, un rubro marcado por la contracción de 1.3 por ciento anual en los servicios de entretenimiento, con lo cual extendió su debilidad registrada en octubre.
"Estimamos que el crecimiento del consumo podría perder terreno en los próximos trimestres si la desaceleración del empleo formal no se revierte (de acuerdo con los datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la masa salarial real creció 5.6 por ciento en noviembre, su menor cifra desde finales de 2021, con cifras ajustadas por estacionalidad).
"La economía en su conjunto enfrentará un panorama retador para 2025, en un entorno de incertidumbre respecto a las nuevas políticas comerciales de Estados Unidos, que se suma a las recientes modificaciones al sistema judicial", puntualizó BBVA en un análisis aparte.