La enviada especial de la ONU para Libia (UNSMIL), Stephanie Khoury, afirmó este lunes que la unidad de Libia se ha visto amenazada por la continua división política entre las partes en conflicto y actores del país y advirtió del peligro de "medidas unilaterales" que han llevado a un agravamiento de la situación en el país.
En su sesión informativa periódica ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Khoury dijo que entre las prioridades del proceso político, cuyos detalles fueron revelados al pueblo libio anoche, está la formación de un gobierno unificado que trabaje en beneficio de todos los libios.
Libia está dividida en dos administraciones: el oeste bajo control del Gobierno de Unidad Nacional (GUN), basado en Trípoli y reconocido por la comunidad internacional, y el este y parte del sur con un Gobierno apoyado por el Parlamento, con sede en Bengasi y tutelado por el poderoso mariscal Jalifa Haftar.
"La situación actual no es sostenible", admitió la responsable estadounidense, que precisó que los esfuerzos de reconciliación en Libia se están viendo perjudicados por intereses contrapuestos y los intentos de controlar los recursos, destacando los enfrentamientos que afectaron ayer domingo a depósitos de petróleo en Zawiya (noroeste) y otros en el desierto el pasado 9 de diciembre.
Khoury señaló que la segunda fase de las elecciones a los consejos municipales comenzará el próximo mes, e instó a las autoridades libias a apoyarlas.
Las elecciones municipales en Libia se celebran en dos fases. La primera tuvo lugar el pasado 16 de noviembre y la segunda el próximo 1 de enero.
Por otra parte, la enviada de la ONU pidió a los líderes libios acordar un presupuesto unificado para controlar el gasto público y señaló que los acontecimientos regionales requieren alcanzar un acuerdo político permanente en Libia.
"El éxito del proceso político facilitado por las Naciones Unidas depende de la voluntad política y el compromiso de las partes libias con medidas que unan y no dividan", dijo Khoury.
Además, Khoury pidió a las autoridades libias que concedan a la UNSMIL acceso a todos los centros de detención del país para hacer un seguimiento de las condiciones de los detenidos.
"Las detenciones arbitrarias continúan en el país a pesar de los avances logrados en algunas zonas", dijo.
En la misma línea, el director de la Organización de Vigilancia de Crímenes de Derechos Humanos, el activista Ali Omar al Asbli, confirmó que la libertad de expresión en Libia "todavía se considera un delito" y precisó que su organización registró "281 violaciones cometidas por las autoridades en el este y el oeste de Libia, incluidas torturas, arrestos, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales".