Los trenes de alta velocidad entre París y Berlín iniciaron este lunes sus operaciones con la salida del primer convoy desde la parisina Estación del Este hacia la capital alemana.
El trayecto directo necesita todavía ocho horas, ya que en Alemania la alta velocidad es mucho menos rápida que en Francia, si bien la nueva conexión gana entre 20 y 30 minutos respecto a la anterior, en la que había que hacer una parada para cambiar de tren.
Desde el punto de vista ecológico, el tren genera 2 kilos de CO2 por pasajero en el trayecto a Berlín, frente a los 200 kilos si el trayecto se realiza en avión, según los datos de la empresa estatal francesa de ferrocarriles (SNCF).
"Es el primer tren de alta velocidad París-Berlín de toda la historia ferroviaria", celebró Alain Krakovitch, responsable de operaciones internacionales de la SCNF.
La frecuencia también estará limitada inicialmente, con solo un trayecto al día en cada sentido. El recorrido incluye escalas en Estrasburgo, Karlsruhe y Fráncfort.
Aún así, tanto la SNCF como la alemana DB ven en este inicio un nuevo paso en la recuperación de los viajes por ferrocarril a nivel internacional en Europa, que en los últimos años han recuperado algunos trayectos, incluso en recorridos nocturnos.
Precisamente, hace justo un año comenzó el servicio nocturno convencional París-Berlín (nueve años después de su interrupción), que siguió al inicio de la conexión París-Viena, recordó la SNCF en un comunicado.