Francia se prepara para afrontar una de sus peores catástrofes humanitarias de este siglo tras el paso este sábado del ciclón tropical Chido en las islas Mayotte, en el Índico, donde, según estimaciones de la delegación del Gobierno de este departamento, se teme que haya causado "varios cientos de muertos".
En una entrevista al canal público Mayotte la 1er, el delegado del Gobierno francés en el departamento de Mayotte, François-Xavier Bieuville, adelantó que será "muy difícil" establecer un balance final y, en sus peores previsiones, los fallecimientos se acercarán "al millar e incluso a los varios miles".
En caso de que se confirmen estas cifras, el ciclón Chido en Mayotte será una de las peores catástrofes en Francia del presente siglo.
Contactado por EFE, portavoces del Ministerio del Interior de Francia puntualizaron que lo declarado por Bieuville, que dirige la célula de crisis en el terreno, es más "una impresión" que un conteo y que, en este momento, "es imposible de saber" el número de víctimas.
Antes de su entrevista en Córcega con el papa Francisco, el presidente francés, Emmanuel Macron, prometió "actuar" y transmitió su pesar a quienes "han sufrido, durante estas últimas horas, lo más terrible, algunos habiendo perdido todo, incluso la propia vida".
El propio Sumo Pontífice también dedicó unas palabras para los habitantes de Mayotte en el inicio de su corta visita a Ajaccio, capital de Córcega.
En su entrevista televisiva, Bieuville explicó uno de los motivos por los que el recuento final de víctimas mortales será complicado a establecer.
"Temo que haya fallecimientos que ni siquiera podremos contabilizar oficialmente porque la tradición musulmana (religión mayoritaria en Mayotte) establece que las personas tienen que ser enterradas en 24 horas" tras su deceso, apuntó el representante gubernamental.
Las islas, que cuentan 320.000 habitantes y están a 8.000 kilómetros de París, cerca de Madagascar, resultaron devastadas el sábado por los vientos de un ciclón que llegó a tener rachas de 220 kilómetros a la hora.
Este departamento, considerado el más pobre de Francia, cuenta además con al menos 100.000 viviendas precarias, la mayor parte de ellas destrozadas el sábado.
El aeropuerto internacional de Mamoudzou está cerrado para los vuelos comerciales y gran parte de las carreteras también. Hay falta generalizada de electricidad y agua potable.
El Gobierno francés enviará, en diferentes fases, hasta 800 efectivos de policía y de salvamiento civil mientras ya ha aterrizado en la capital Mamoudzou un avión de transporte militar que contiene ayuda humanitaria.
Uno de los temores de París son los pillajes en tiendas y viviendas en un departamento ya empobrecido y que lidia con altas tasas de inmigración, muchas de ella irregular, procedente del archipiélago vecino de las Comoras y de otras naciones del sureste de África.
La delegación del Gobierno decidió levantar el aviso rojo para permitir a los habitantes a que se desplacen con libertad, tras un confinamiento desde este sábado por la mañana.