S&P Global Ratings destacó que el gobierno de México se ha comprometido a reducir los déficits fiscales, a estabilizar las finanzas públicas y el nivel de endeudamiento, por consiguiente confirmó su calificación soberana en moneda extranjera de largo plazo de "BBB" y en moneda local de "BBB+".
En un comunicado, la calificadora también consideró que las posibles disputas entre México y Estados Unidos sobre comercio, inmigración y otros asuntos probablemente se gestionarán de una manera pragmática que sustente la estabilidad económica.
Mencionó que la perspectiva se la calificación se mantiene estable, al incorporar las expectativas de una política monetaria prudente y un retorno a déficits fiscales bajos que estabilicen las finanzas públicas y mantengan la sólida posición externa de México en los próximos dos años.
"Una gestión fiscal cautelosa debería contener los déficits fiscales, manteniendo estable la carga de deuda combinada del soberano y de Pemex y la CFE. Estimamos que la deuda neta del gobierno general aumente hacia 52% del PIB en 2027 desde 50% en 2024.
"Esperamos que los pagos de intereses se sitúen ligeramente por arriba de 15 por ciento de los ingresos del gobierno general en 2024 y 2025 para luego caer por debajo de ese umbral en los siguientes años. Además, prevemos que el déficit del gobierno general promediará 3 por ciento del PIB para el periodo 2025-2027, con un cambio mayor en la deuda neta del gobierno general de 3.2 por ciento, debido a la depreciación del peso", señaló en el comunicado.
La calificadora dijo que un escenario negativo para la nota crediticia de México sería si no se reduce oportunamente el déficit fiscal recientemente alto, la deuda pública y la carga de intereses podrían ser mayores que las esperadas.
"Finanzas públicas más débiles, combinadas con el riesgo de respaldo extraordinario para las empresas estatales Pemex y la CFE podrían llevar a una baja de calificación durante los próximos dos años.
"De manera similar, acontecimientos inesperados que debiliten la percepción de los inversionistas y la inversión, tales como retrocesos en la relación con Estados Unidos o consecuencias económicas negativas derivadas de los controvertidos cambios recientes al poder judicial, podrían socavar la estabilidad macroeconómica y conducir a una baja de la calificación", señaló S&P Global.
Mientras que dijo que podría subir las calificaciones en los próximos dos años si una gestión política y económica efectiva, incluyendo la atracción de mayor inversión extranjera gracias al nearshoring, impulsa la inversión y aumenta la baja tasa de crecimiento del PIB per cápita de México.