Un gran jurado federal de Estados Unidos ha presentado una acusación formal por tortura contra Samir Ousman Alseij, que fue el director de la prisión central de Damasco, conocida popularmente como Adra, entre 2005 y 2008.
El Departamento de Justicia estadounidense ha informado de que se trata de una acusación sustitiva que agrega tres cargos de tortura y uno de conspiración para cometer tortura a los cargos ya presentados en agosto en su contra: fraude de visado e intento de fraude de naturalización.
Alseij, de 72 años y residente en Lexington (Carolina del Sur), presuntamente ordenó a sus subordinados que infligieran dolor y sufrimiento físico y mental severo a los encarcelados. En algunas ocasiones, él mismo participó en estas acciones, según documentos judiciales.
En particular, mandó a algunos presos que fueran al 'Ala de Castigo', donde eran golpeados mientras estaban suspendidos del techo con los brazos extendidos y eran sometidos a un dispositivo que doblaba sus cuerpos por la mitad, a veces resultando en fracturas de columna.
En el caso de que Alseij sea declarado culpable, se enfrentará a una pena máxima de 20 años de prisión por el cargo de conspiración para cometer tortura, una pena máxima de 20 años de prisión por cada uno de los tres cargos de tortura y una pena máxima de 10 años de prisión por cada uno de los dos cargos de fraude migratorio.
"Las acusaciones de graves abusos a los Derechos Humanos contenidas en este escrito de acusación son escalofriantes. Nuestro país no será un puerto seguro para quienes sean acusados de cometer atrocidades en el extranjero", ha declarado el fiscal federal Martin Estrada.
La fiscal general adjunta principal, Nicole Argentieri, ha subrayado que el acusado presuntamente torturó a disidentes políticos y otros presos para disuadir a la oposición al régimen del entonces presidente sirio, Bashar al Assad, derrocado el pasado fin de semana tras una ofensiva de fuerzas rebeldes y yihadistas.
Más tarde, "mintió sobre sus crímenes para obtener" un visado estadounidense, mientras que "las víctimas de ese trato violento siguen sufriendo mucho después de que cesaran los actos físicos de tortura".
Alseij, que emigró a EEUU en 2020 y solicitó la ciudadanía estadounidense en 2023, ocupó diversos cargos en la Policía siria y el aparato de seguridad del Estado sirio, estuvo asociado con el partido Baaz, que gobernaba hasta ahora Siria, y en 2011 fue nombrado gobernador de la provincia de Deir Ezzor, por Assad.