El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha asegurado que su Gobierno "responderá" si el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, impone nuevos aranceles "injustos" a las importaciones canadienses, amenazando con la aprobación de impuestos a productos del país vecino como hiciera durante el anterior mandato del republicano.
Canadá "responderá a los aranceles injustos de varias maneras, y todavía estamos buscando las formas adecuadas de responder, pero nuestras respuestas a los aranceles injustos sobre el acero y el aluminio fueron las que terminaron levantando esos aranceles la última vez", ha señalado en un discurso ante la Cámara de Comercio de Halifax, la capital de Nueva Escocia, en el este del país.
"Fue el hecho de que impusimos aranceles sobre el bourbon, las motocicletas Harley-Davidson, las cartas de jugar, el ketchup Heinz, las cerezas y una serie de otras cosas que fueron muy cuidadosamente seleccionadas porque tenían un impacto político en el partido del presidente y sus aliados", ha explicado Trudeau sobre los aranceles que aprobó en 2018 en represalia a las tasas de Trump sobre el acero y el aluminio canadienses, lo que, ha defendido, consiguió levantar la medida del magnate.
Se trata de las afirmaciones más contundentes del primer ministro desde que el republicano prometiera imponer un arancel del 25 por ciento a "todos" los productos procedentes de México y Canadá, aludiendo a los "migrantes ilegales" y el "crimen y las drogas" que, según declaró, cruzan la frontera.
Trudeau ha reconocido que, de aplicarse, la nueva medida de Trump tendría efectos "devastadores para la economía canadiense". Pese a ello, ha advertido, "una de las cosas más importantes que (deben) hacer es no entrar en pánico", defendiendo en su lugar un enfoque reflexivo para llegar a un acuerdo con el próximo jefe de la Casa Blanca y evitar perjudicar a las dos economías.
En este sentido, ambos líderes trataron la cuestión en un encuentro posterior al anuncio de Trump, en el que aseguraron que trabajarán juntos para abordar problemas como la crisis del fentanilo, si bien el estadounidense no hizo mención al arancel.
El primer ministro ha insistido en que hay que tomarse en serio al magnate cuando amenaza con la imposición de aranceles, advirtiendo de que tratar con Trumo las cuestiones comerciales será "un poco más desafiante" ahora respecto a su primer mandato.
"Su enfoque será a menudo desafiar a la gente, desestabilizar a un socio negociador, ofrecer incertidumbre e incluso a veces un poco de caos en los pasillos bien establecidos de las democracias y las instituciones", ha indicado Trudeau.