"Recién me reencontré tras muchos años con esa vieja sentencia que reza: 'Necesito poco, y lo poco que necesito lo necesito poco', esta vez fue la pluma de la periodista española Ángeles Caso, quien invoca tal apotema bajo las desdichada influencia, quizá de la muerte reciente de tres de sus mejores amigos. Ella reflexiona haber vivido las suficientes, horas buenas y horas malas, como para poner las cosas en su sitio y entender el sentido de la vida", señala Don Carlos Artolózaga Noriega, abogado, empresario y consejero corporativo.
Apuntó que: "Ni el éxito, ni el poder, ni la fortuna son importantes, más allá de lo imprescindible para vivir con dignidad, y sostiene ubicarse por encima de los halagos, y a la distancia de la envidia propia y ajena. Dice también haber apartado de si a los quejumbrosos y malhumorados, a los egoístas, a los ambiciosos que aspiran a reposar en alguna tumba repleta de honores y cuentas bancarias, sobre la que nadie derramará una lágrima sincera".
"Continúa sosteniendo que detesta los autos de lujos que contaminan al mundo; los abrigos de pieles arrancados de cuerpos palpitantes y tibios; y las alhajas fabricadas sobre las penalidades, la explotación y el dolor de hombres esclavizados en las minas de esmeraldas y de oro, solo a cambio de un trozo de pan", indicó.
Así lo dijo: "Y al final, cuando llegue mi turno, soñar que algunas personas piensen que valió la pena que yo estuviera aquí por unos años"
Además mencionó que: "Parte de su credo es rechazar el cinismo de una sociedad que solo piensa en su propio bienestar, y construye su derroche sobre el malestar y las carencias de otros; alude con desprecio a los malditos que profesan la indiferencia, y a los hipócritas que dan limosna en el templo, pero le dan la espalda a sus semejantes desvalidos".
También dijo: "En fin, a todos aquellos que creen que lo importante es tener y exhibir en lugar de sentir, pensar y ser. Hoy solo quiero al amor y a la amistad, al recuerdo dulce de mis muertos, un par de árboles tras el cristal de la ventana, y un trozo de cielo en donde se asomen la luz y la noche; un sensible verso y una hermosa música, y mantener así mi libertad a añorar a los que quise y se fueron, y seguir llorando cada vez que algo lo merezca; y al final, cuando llegue mi turno, soñar que algunas personas piensen que valió la pena que yo estuviera aquí por unos años".
Este lunes falleció de Don Carlos Artolózaga Noriega. Grupo Plano Informativo se une a la pena que embarga a su familia y amigos.
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