Es sólo un cambio

Todo movimiento en el mundo de lo tangible, antes fue interno. Porque antes de existir cualquier cosa creada por la humanidad, que pueda ser percibida con los sentidos físicos; fue una idea. Sabes cuándo un cúmulo de información, una energía, una creencia, o cualquier otra sustancia de lo intangible se mueve y transforma dentro de ti, porque ya no reaccionas o en el mejor de los casos, respondes igual ante los sucesos, las personas o la vida. Cada partícula del agua al estar en Unicidad con el mar conforma un todo, pero también es verdad que a pesar de que siempre hay más y más flujo de torrente en el río, no se repite una sola gota.

El río, nunca es el mismo río, a pesar de que nuestros ojos observan un mismo paisaje. Sabemos que todo está cambiando todo el tiempo.Afortunadamente. Porque si estamos estáticos, no crecemos.

El beso no acaba de ser dado, la conexión no acaba de crear las chispas que conforman un nuevo amor, único e irrepetible. Sin movimiento no hay danza, sin la nota siguiente no hay sinfonía, sin la pérdida de la ignorancia no hay aplomo, respeto, creación y sabiduría. Mover los bloques del inconsciente es sumamente necesario para seguir flotando hacia arriba, hacia las estrellas, hacia la luz.

Estancarse es tener miedo y la rigidez solamente puede significar muerte, pero de esa muerte que no es transformación, sino que bloqueo. ¿Te ha pasado que muy en el fondo de tu corazón sabes que ya no quieres, no te conviene, no deberías o ya no te toca estar en el lugar al que estás tan apegado(a)? Siempre es porque te está esperando una puerta más adecuada a tu nivel vibratorio, a tu Conciencia y a todo lo que has crecido.

Pero te entiendo muy bien. Es que, nos da miedo. Estamos programados en nuestro cerebro arcaico a quedarnos en lo familiar, así sea algo que nos lastima, porque su misión es hacer que el cuerpo sobreviva. Más no que viva. Más no que exista un disfrute, un gozo del Espíritu. Sin embargo, también es amoroso y si le vamos mostrando poco a poco que estaremos bien en ese nuevo sitio, incluso, nos ayudará. Ese cerebro, es un guerrero, sin razón, sin corazón y sin conciencia espiritual.

Pero y ¿Qué pasa si usamos toda nuestra capacidad? Cuando nos encontramos frente a las puertas del cambio, habría que respirar tan profundo que cada inhalación y exhalación fungieran como hilos que unen la razón, el corazón, el instinto y el espíritu y confiar un poco más en esa intuición que es el susurro del Alma, que alcanza a ver mucho más que la mente pequeña del ego.

La gente se hace esguinces, o cualquier otro síntoma que le impida seguir yendo a aquel lugar que ya no le está nutriendo, ni haciendo crecer. Si la vida terrenal, es un espejo de la programación del inconsciente y del Universo del alma, ¿Qué es lo que vamos a mirar frente a nuestros ojos? Seguramente si perdonamos, miraremos un mundo más compasivo. Si soltamos creencias de carencia y poco merecimiento, miraremos, tocaremos y saborearemos un mundo opulente y abundante en belleza y armonía.

O bien, estaremos mucho más serenos frente a la adversidad. ¿Cómo fueron tus primeros cambios? ¿Todo cambió para ti con sufrimiento y dolor? Por favor, piensa en el primer cambio importante en tu vida. Te invito a reflexionar sobre ello y escribir un pequeño texto en dónde reconfigures el significado.

Ante todo cambio hay que soltar algo y eso generalmente duele, pero no significa que siempre sea una pérdida trágica. Me gusta mucho una frase, si puedes y quieres, me encantaría que te la tatuaras como un mantra de luz: “Nada sale de tu vida, si no es para que llegue algo mejor.” Si regresas a tu corazón es sumamente seguro que prosperes allá a dónde vas, porque si tu mirada está limpia de prejuicio, culpa y rencor, podrás ver y escuchar los susurros de tu Alma. Porque es verdad que nunca estás solo(a). Siempre ha caminado contigo el Amor del que vienes. Cambiar es transformarse.

No es lineal, es un espiral. Un inmenso espiral que no tiene otro camino que de vuelta al cielo, al hogar, a casa. No te negaré que los cambios internos duelen, porque nos desprendemos de lo viejo y lo conocido, pero cuando esto sucede, también es inevitable que cambiemos físicamente nuestra casa, lugar de trabajo, grupo social o costumbres, lo cual también duele, pero para eso es la tristeza, para ayudarnos a soltar y limpiar.

Lo que sí, es que, amigándonos de estos procesos naturales, es que vamos a ser más felices, tendremos más paz y nos sentiremos más plenos. Bendice tus cambios. De todas formas, en esencia, fuiste, eres y serás El o La mismo(a). Pero mientras estemos aquí ¿Bailamos? Vivamos en este fractal de transformaciones y de escenas y más escenas. Que tus cambios sean siempre bendiciones. Que estés a salvo(a), que fluyas, que dances al ritmo que tu brillo Divino elija y te haga feliz.

Gracias por caminar juntos
Tu terapeuta
Claudia Guadalupe Martínez Jasso.