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Celebra Ghana elecciones para sucesor de Akufo-Addo

Agencia Reforma | 06/12/2024 | 12:35

La población de Ghana está llamada este sábado a las urnas para unas elecciones presidenciales y parlamentarias de las que saldrá el sucesor de Nana Akufo-Addo, quien no puede presentarse tras completar el límite de dos mandatos, una votación que tendrá lugar ante al ahondamiento de la crisis económica, impulsada por la inflación y el aumento de los precios de los productos básicos.
 
Los comicios serán los novenos que se celebren en el país africano desde la reintroducción del multipartidismo en 1992 a raíz de la aprobación de una nueva Constitución once años después de un golpe de Estado encabezado por Jerry Rawlings que derrocó al entonces mandatario, Hilla Limann, y puso fin a la Tercera República.
 
De nuevo, las elecciones se presentan como un enfrentamiento entre los dos principales partidos del país, el Nuevo Partido Patriótico (NPP, según sus siglas en inglés) y el Congreso Democrático Nacional (NDC), que hasta la fecha se han repartido 16 años al frente del país cada uno desde 1992.
 
Así, el propio Rawlings, del NDC, enlazó dos mandatos entre 1992 y 2000 tras sus victorias , tras lo que fue reemplazado por John Kufuor, del NPP, quien estuvo al frente del país hasta 2008. Posteriormente, John Atta Mills y John Dramani Mahama, del NDC, cumplieron un mandato cada uno, antes de que Akufo-Addo devolviera al poder al NPP.
 
En este caso, el NPP ha elegido como candidato al ahora vicepresidente, Mahamudu Bawumia, para acometer la histórica tarea de obtener un tercer mandato consecutivo, algo que intentará impedir el propio Mahama, quien figura como principal favorito y espera regresar de esta forma a la Presidencia ghanesa.
 
Bawumia, un economista de 61 años y antiguo vicegobernador del Banco Central, se convirtió en el primer musulmán en liderar uno de los dos grandes partidos de Ghana desde 1992 y el primer político que no es miembro del grupo étnico de lengua akan que encabeza el NPP, además de ocupar la Vicepresidencia desde 2017.
 
El político hará frente a una pesada carga de cara a las elecciones, ya que durante los últimos años se convirtió en la cara de las políticas económicas de Akufo-Addo y, por lo tanto, en la persona identificada como responsable de la actual crisis, una de las más graves de las últimas décadas.
 
La situación podría ser aprovechada por Mahama, de 66 años, quien aspira a explotar el descontento social para hacerse con la victoria, a pesar de que durante su mandato se sucedieron las críticas a su gestión y las denuncias por corrupción contra su círculo y miembros del Gobierno, que en parte causaron su derrota en 2016.
 
Mahama, quien fue vicepresidente entre 2009 y 2012 y ascendió a la Presidencia tras el fallecimiento de Atta Mills estando aún en el cargo, ya intentó infructuosamente un retorno al cargo en 2020, en esta ocasión con la exministra de Educación Jane Naana Opoku-Agyemang como su compañera de fórmula.
 
La comisión electoral ha autorizado las candidaturas de otros diez aspirantes a la Presidencia, entre los que destacan los independientes Nana Kwame Bediako y Alan Kyerematen, si bien la creciente polarización en la política apunta a que la batalla estará de nuevo centrada en las luchas entre el NPP y el NDC, salvo sorpresas de última hora.
 
CRISIS ECONÓMICA
 
La campaña de todos los candidatos ha estado centrada en la crisis económica, después de que las promesas de Akufo-Addo --quien hizo historia en 2016 al convertirse en el primero en derrotar a un presidente en el cargo-- de mejorar la situación no hayan dado los frutos esperados, lo que ha aumentado la frustración entre los ghaneses.
 
Akufo-Addo había asegurado antes de llegar al poder que acometería una serie de cambios fundamentales para relanzar la economía de Ghana tras el hundimiento del cedi durante el mandato de Mahama, cuya última etapa estuvo marcada por las movilizaciones contra su política económica y los cortes de electricidad.
 
Sin embargo, y pese a las inversiones en programas sociales y el aumento de los salarios de profesores y trabajadores médicos, además del aumento de los ingresos por la exportación de petróleo, el aumento de la inflación y la deuda pública ha llevado a las autoridades a pedir al Fondo Monetario Internacional (FMI) otro rescate tras un 'default' en 2022.
 
En este sentido, el Banco Mundial destaca en su página web que "Akufo-Addo ha hecho frente a un clima mucho más desafiante durante su segundo mandato" y resalta que el repunte de la deuda pública deriva en gran medida de "las medidas fiscales ante los shocks externos" a raíz de la pandemia de coronavirus.
 
La situación ha provocado que los niveles de pobreza aumenten desde 2020, una etapa marcada por un crecimiento económico "débil" y un "gasto público limitado" a causa de las presiones sobre el país, con unas previsiones de que la tasa de pobreza aumente en 2025 hasta el 31,5 por ciento de la población.
 
Por contra, el país ha logrado mantener la seguridad ante el aumento de las operaciones de los grupos yihadistas en el Sahel, especialmente activos en su vecino del norte, Burkina Faso, y que han lanzado ataques en varios puntos de sus vecinos, Togo y Costa de Marfil.
 
De hecho, el país se encuentra en una región sacudida durante el último lustro por una serie de golpes de Estado militares motivados en parte por el aumento de la inseguridad --como en los casos de Burkina Faso, Malí y Níger--, en plena expansión de las redes yihadistas hacia el golfo de Guinea.
 
La situación ha elevado las preocupaciones internacionales, especialmente debido a que la situación ha llevado a las juntas militares a alejarse de la antigua metrópoli, Francia, y sus aliados occidentales, y protagonizar un acercamiento a Rusia, lo que ha tensado además sus lazos con países como Ghana.
 
PERIODO POSTELECTORAL
 
Por ello, parte de las miradas están puestas también en el proceso postelectoral en Ghana, especialmente en caso de que los comicios deriven en disputas a nivel político o en tensiones en torno a la transición, que durante los últimos mandatos ha sido ordenada y sin mayores complicaciones.
 
De hecho, tanto Bawumia como Mahama firmaron junto a los otros diez candidatos a la Presidencia un pacto declarando su compromiso con la promoción de la paz y la tranquilidad tras los comicios y comprometiéndose a trasladar cualquier tipo de queja o discrepancia sobre el proceso a través de los cauces legales.
 
"Expreso mi total compromiso para trabajar en el marco de las normas y colaborar con todos para garantizar unas elecciones pacíficas", dijo el actual vicepresidente, tras lo que Mahama abogó por "promover la paz" y "trabajar juntos para crear un clima que lleve a unas elecciones libres, justas y pacíficas".
 
Alrededor de 18,7 millones de personas están inscritas para participar en las elecciones, para las que se han habilitado cerca de 41.000 colegios electorales y de las que saldrá además la composición del nuevo Parlamento, de tipo unicameral y con 275 escaños.
 
De hecho, la votación llega además marcada por la última disputa política en torno al organismo legislativo, después de que el Tribunal Supremo anulara el 12 de noviembre la decisión del presidente del Parlamento, Alban Bagbib, de declarar como vacantes cuatro escaños, devolviendo la mayoría al NPP.
 
La actual composición del Parlamento es reflejo de la disputa histórica entre los dos principales partidos, que cuentan con 137 escaños cada uno, si bien hay un candidato independiente que ha apoyado durante la legislatura al partido gubernamental, inclinando la balanza y provocando numerosas fricciones entre los bloques.