Agencia Reforma | 06/12/2024 | 11:16
Si el Presidente electo Donald Trump mantiene su promesa de imponer aranceles del 25 por ciento a las exportaciones desde México, afectará directamente a empresas de Estados Unidos proveedoras de industrias como la automotriz, advirtió el Peterson Institute for International Economics (PIIE).
Un análisis elaborado por la investigadora Julieta Contreras describe que con base en la información aduanera que data desde antes del Tratado entre México Estados Unidos y Canadá, es decir, previo a elevar el contenido regional del sector automotriz, los insumos extranjeros incorporados a las exportaciones mexicanas hacia el vecino país representaron el 51 por ciento.
De ese total de importaciones de componentes extranjeros incorporados a los vehículos que se manufacturaron en México y luego fueron exportados, el 74 por ciento provino de empresas estadounidenses y el 3 por ciento de chinas.
"El cálculo de la participación de origen estadounidense en el valor agregado total de los vehículos importados por Estados Unidos desde México da como resultado alrededor del 38 por ciento, es decir, el 74 por ciento del 51 por ciento de contenido extranjero en los vehículos exportados a todos los destinos, y menos del 2 por ciento tiene su origen en China, el 3 por ciento del 51 por ciento".
El PIIE señala que ante esta situación, los aranceles elevados a los vehículos no sólo subirían los precios y conmocionarán al sector automotriz mexicano y a sus trabajadores, sino que también costarían puestos de trabajo en Estados Unidos.
"Debido a las cadenas de valor altamente integradas en el sector automotriz norteamericano, una gran proporción de piezas de origen estadounidense están incorporadas en las exportaciones de vehículos automotores de México. Los proveedores estadounidenses de esas piezas pronto podrían quedar atrapados en el fuego cruzado de la guerra comercial de Trump", describe el PIIE.
"No se sabe con certeza cómo pretende Trump imponer nuevas restricciones al comercio de vehículos automotores entre Estados Unidos y México, y si sus amenazas deben ser vistas como un preludio a nuevas negociaciones, pero cualquier medida proteccionista seguramente tendrá un impacto significativo en las empresas estadounidenses, dado el contenido de fabricación estadounidense incorporado en las exportaciones mexicanas a EU".
El T-MEC será revisado en el 2026 y el equipo de Trump renegociará sus términos, con especial atención al sector automotriz. Las cadenas de valor que benefician a los trabajadores estadounidenses están en peligro, anticipa el PIIE.