Agencia Reforma | 04/12/2024 | 14:06
El futuro del peso frente al dólar no pinta prometedor.
Hay factores que pueden alterar el tipo de cambio, como la vulnerabilidad económica y la amenaza arancelaria que lanzó Donald Trump, Presidente electo de Estados Unidos, advirtió Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody's Analytics.
El riesgo de tarifas arancelarias no ha disminuido ni lo hará de aquí hasta 2026, cuando se revise el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), por lo que el tipo de cambio seguirá "bailando" frente a las amenazas y presiones de Trump, afirmó Coutiño en entrevista.
La imposición de tarifas arancelarias afectará el balance comercial y provocarán un menor crecimiento de la economía mexicana, estimó.
"Este factor es y será el determinante de la paridad cambiaria en el segundo mandato de Donald Trump", añadió.
Aunado a las presiones arancelarias de Trump, las tensiones geopolíticas, los retos internos de la economía y las finanzas son otras amenazas para el peso mexicano, aseguró Janneth Quiroz, directora de Análisis Económico, Cambiario y Bursátil de Monex Casa de Bolsa.
Asimismo, otros riesgos son un rebote en la inflación en EU, algo que llevaría a mayor cautela para bajar la tasa de referencia de la Fed; un menor ritmo de crecimiento de México e incertidumbre legislativa y falta de estado de derecho, agregó.
El mercado sabe que Trump será el próximo Presidente de EU, no hay amenaza de cancelar el T-MEC, y el Gobierno mexicano tiene la experiencia para manejar el entorno de mayores tensiones comerciales y migratorias, añadió.
Además, expuso Coutiño, hay dos mecanismo que en el País pueden ser amortiguadores y defensa del choque externo generado por las políticas proteccionistas de Trump.
El primero es una política de represalias de "ojo por ojo y diente por diente", donde el País podría responder con aranceles a las importaciones de EU para reducir el impacto sobre la balanza comercial y amortiguar el efecto sobre el PIB, dijo.
Sin embargo, hay riesgo de derivar en un conflicto tarifario bilateral más grave en donde el costo para los dos países sería mucho mayor que los beneficios.
El segundo es una depreciación competitiva del peso que permita al País reducir el impacto de las tarifas sobre exportaciones y encarezca las importaciones que provienen de EU, lo cual ayudaría a evitar el deterioro de la balanza comercial.
Sostener esa medida implica utilizar la política monetaria y el riesgo está en que México podría ser acusado de "manipulador del tipo de cambio", explicó Coutiño.
La gran ventaja es que la depreciación del peso evitaría una guerra tarifaria con Estados Unidos.
El riesgo está en el traspaso cambiario sobre la inflación, alertó Coutiño.
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