El Kremlin alertó este lunes de los intentos de organizar una revolución popular a la ucraniana en Georgia, escenario desde hace días de violentas protestas por la decisión del Gobierno de suspender las negociaciones de ingreso en la Unión Europea (UE).
"Se dan todos los indicios de que se intenta organizar una Revolución Naranja", dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Al tiempo que lo consideró un "asunto interno", Peskov subrayó que "a la vista hay un intento de desestabilizar la situación" en el país caucásico.
"Hemos visto sucesos similares en otros países. El paralelo más directo es lo ocurrido en el Maidán en Ucrania", dijo, en alusión a las dos revoluciones ocurridas en el país vecino en 2004 y 2014.
En el caso de esta última revolución, el detonante también fue la decisión del Gobierno ucraniano de suspender en el último momento la firma de un Acuerdo de Asociación con la UE.
La decisión de las autoridades georgianas de suspender las negociaciones con la UE hasta 2028 coincidió con los elogios que les brindó ese mismo día el presidente ruso, Vladímir Putin.
El pasado jueves el jefe del Kremlin se mostró sorprendido por el "coraje y carácter" del Gobierno de Georgia en su defensa de la ley sobre la transparencia de la influencia extranjera, similar a la rusa de agentes extranjeros que se emplea para acallar a la disidencia.
El primer ministro georgiano, Irakli Kobajidze, ha sido acusado desde hace meses por la oposición de apoyar una política prorrusa tanto con respecto a la UE como en materia de política interna.
Kobajidze amenazó hoy con pedir al Tribunal Constitucional la ilegalización de los partidos opositores, a los que acusó de actuar abiertamente contra el orden legal vigente en el país.
"Han actuado abiertamente contra el orden constitucional, lo que es un motivo para pedir al Tribunal Constitucional que declare anticonstitucionales a los partidos opositores", dijo Kobajidze en una reunión del Gabinete de Ministros transmitida en directo por televisión.
La capital georgiana vivió entre el domingo y el lunes su cuarta noche consecutiva de violentos enfrentamientos entre las fuerzas antidisturbios y los manifestantes que protestan contra la congelación de las negociaciones con la UE y exigen la celebración de nuevas elecciones parlamentarias.
Interior indicó que entre los detenidos esta madrugada se encuentra Zurab Dzhaparidze, dirigente de la opositora Coalición para el Cambio.
Desde el jueves pasado, según las autoridades, han sido "detenidos 224 manifestantes por desacato y vandalismo, y 113 policías han resultado heridos mientras cumplían con su deber".