Agencia Reforma | 02/12/2024 | 11:32
La calificadora de deuda Fitch Ratings consideró que las reformas aprobadas en los primeros días de la presente Administración tendrán efectos negativos en el perfil institucional de México, pero no afectan las instituciones macroeconómicas, donde se distinguen signos positivos
"La elección popular de jueces, incluyendo ministros de la Suprema Corte, puede percibirse como injerencia del Poder Ejecutivo sobre el Poder Judicial, mientras que la elección de consejeros por votación puede beneficiar al partido político más popular.
"Y la desaparición de órganos autónomos pudiera afectar el subcomponente de Calidad Regulatoria de los indicadores de gobernanza de Banco Mundial y socavar la confianza de los inversionistas", refirió la calificadora en su documento 'Calificación Soberana de México: Implicaciones para los Gobiernos Subnacionales'.
Se estaría ante un escenario en el que haya un riesgo potencial de reducir el clima de inversión y negocios, al afectar el ya de por sí débil estado de derecho.
No obstante, la calificadora ve el largo historial de políticas macroeconómicas del País como prudentes, creíbles y coherentes, lo que se traduce en un factor positivo para la calificación soberana de México.
"Las reformas constitucionales no amenazan significativamente este ajuste positivo, pues no afectan a las instituciones macroeconómicas", comentó.
Asimismo, la calificadora aseguró que el débil crecimiento económico de México es un desafío y una limitante clave para la calificación soberana del País, pese a que hay una solidez de las instituciones macroeconómicas nacionales.
Para 2024 y 2025 se espera un bajo crecimiento económico en México de 1.5 y 1.4 por ciento, respectivamente, según las estimaciones de la firma.
La información de Fitch Ratings establece que dichas cifras estarían por debajo del crecimiento promedio de 1.7 por ciento observado entre 2000 y 2023, al tiempo que pronosticó para 2026 un avance de 2.0 por ciento.
Fitch Ratings no espera una marcada mejora de la actividad económica en los próximos años si no se consiguen las reformas económicas (tributaria, laboral o seguridad social) que mejoren sustancialmente la productividad.
Proyectó que el marco de política macroeconómica se mantendrá.
Y asumió que continuará una política monetaria y fiscal prudente para contener desequilibrios macroeconómicos, al tiempo que se seguirá respetando la autonomía de Banco de México (Banxico), caracterizado por su política monetaria prudente en las últimas décadas como el tipo de cambio flexible e inflación objetivo.