El Ejército sirio confirmó que los grupos terroristas respaldados por Turquía se han hecho con el control de gran parte de Alepo, en el norte de Siria, donde las tropas regulares han sufrido decenas de bajas y se han retirado de forma temporal a la espera de refuerzos para contraatacar.
“El gran número de terroristas y los múltiples frentes de combate llevaron a nuestras Fuerzas Armadas a efectuar una operación de redespliegue destinada a fortalecer las líneas de defensa para absorber el ataque, preservar vidas civiles y de soldados y prepararse para un contraataque”, dijo el Ejército sirio en un comunicado.
Hace 4 días, la alianza islamista Organismo de Liberación del Levante -antiguo Frente al Nusra- y facciones respaldadas por Turquía lanzaron una ofensiva «masiva» contra diferentes puntos de la provincia de Alepo y de Idlib, considerado el último bastión opositor en Siria.
Según las Fuerzas Armadas sirias, esas facciones opositoras están compuestas por “miles de terroristas extranjeros” que cuentan con “armas pesadas y un gran número de drones”, mientras que afirmaron que en los últimos días el Ejército se ha enfrentado con ellos “a lo largo de una franja de más de 100 kilómetros para detener su avance”.
“Durante los combates, decenas de hombres de nuestras Fuerzas Armadas murieron y otros resultaron heridos”, reconoció el Ejército, que también confirmó que el “continuo flujo” de terroristas ha provocado que “puedan entrar en las últimas horas en gran parte de los barrios de la ciudad de Alepo”.
Sin embargo, afirmó que las tropas regulares han seguido lanzando ataques concentrados contra los insurgentes tras su retirada temporal de Alepo, “a la espera de que se complete la llegada de fuerzas militares para distribuirlas en los ejes de combate, en preparación para un contraataque”.
“La Comandancia General del Ejército y las Fuerzas Armadas confirma que esta medida que ha tomado es temporal y trabajará por todos los medios posibles para garantizar la seguridad de nuestra gente en la ciudad de Alepo”, continuó la institución castrense, que prometió “restaurar el control del Estado” y expulsar a los terroristas.
La ofensiva se produce en un momento en el que Turquía busca restablecer relaciones con Damasco, aunque el Gobierno sirio afirma que Ankara debe retirar sus tropas del norte de Siria y dejar de apoyar a grupos opositores para avanzar hacia la normalización de lazos, rotos desde el inicio de la guerra civil siria hace 13 años.
Esa operación comenzó el mismo día de la entrada en vigor de la tregua en el Líbano y tras los duros golpes infligidos por Israel al grupo terroristas libanés Hizbulá tanto en ese país como en Siria, donde el movimiento armado mantiene una amplia presencia y es uno de los principales aliados del régimen de Damasco.