Plano Informativo | 30/11/2024 | 15:28
San Luis Potosí, SLP.- Cada 30 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Lucha Contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), representada por un lazo azul, fecha que busca visibilizar la importancia de prevenir y detectar tempranamente estos trastornos. Asimismo, promueve la comprensión y empatía hacia quienes los padecen, combatiendo la estigmatización y los juicios sociales, señaló la MSPE Elisa Gosch De La Garza, jefa del Departamento de Atención al Adulto y Adulto Mayor de los Servicios de Salud del Gobierno del Estado.
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son enfermedades serias que involucran conductas dañinas relacionadas con la alimentación y la imagen corporal. Estas condiciones afectan la salud física, mental y social de las personas y requieren un enfoque integral para su tratamiento. Dentro de las más comunes se encuentra la Anorexia Nerviosa (Restricción extrema de alimentos y temor a ganar peso, causando desnutrición y problemas en órganos internos); Bulimia Nerviosa (episodios de atracones seguidos de purga, que pueden ocasionar daño digestivo, problemas dentales y cardíacos; Trastorno por Atracón (consumo excesivo sin purga, asociado a sentimientos de culpa y problemas de salud como obesidad y diabetes).
Estas conductas alimentarias de riesgos tienen mayor prevalencia en los adolescentes en el país, según estadísticas de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut 2023), las respuestas más frecuentes de los mexicanos de 10 a 19 años fueron por: comer demasiado, preocupación por engordar y perder el control sobre lo que se come. En menor proporción se encuentra la práctica del vómito autoinducido y la ingesta de medicamentos o productos diuréticos y laxantes. En cuanto a conductas alimentarias, casi el 1 por ciento de la población adolescente tiene un riesgo alto de tener un TCA.
Gosch De La Garza dijo que dentro de los principales factores de riesgo se encuentran las influencias genéticas, baja autoestima, presión social y experiencias traumáticas. Los síntomas más comunes abarcan la preocupación extrema por el peso, hábitos alimenticios irregulares, aislamiento social y sentimientos de vergüenza o culpa. Hay que destacar que el tratamiento en los Servicios de Salud es multidisciplinario, combinando terapia psicológica para abordar comportamientos y pensamientos, atención médica para complicaciones físicas y soporte nutricional para establecer hábitos alimenticios saludables.
Todas y todos podemos ayudar de manera directa, el ofrecer apoyo emocional y escuchar sin juzgar a quienes atraviesan por un trastorno de Conducta Alimentaria, promueve una relación saludable con la comida sin hacer comentarios sobre peso o apariencia y busca ayuda profesional si tú o alguien cercano necesita apoyo especializado.
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria son complejos y pueden tener consecuencias graves. La comprensión, el apoyo y el tratamiento adecuado son esenciales para la recuperación.