San Luis Potosí, SLP.- A la escritora Irene Vallejo le parece que ante la epidemia de los casos de bullying que afecta en los centros educativos o que después se convierte en acoso en otros espacios, debe reivindicarse la figura de las personas que lo denuncian, solo así, puede ponerse fin a una injusticia.
Vallejo, autoreconocida como una víctima del bullying en su infancia, expuso que es en esa edad, en la adolesencia y en la primera juventud, cuando se vuelve importantísimo lo que cada persona aprende, y después lo plasma en su desenvolvimiento como adulto, en otros entornos, como son espacios de trabajo o la familia.
Al final, el grado de violencia que se comete a través del bullying, explicó que depende a su vez de los grados de complicidad de aquellos que rodean a la persona que lo sufre.
La escritora, autora de el Infinito en el junco, expuso que antes, los padres de familia o los profesores, no le conferían importancia al bullying, el cual consideraban lo que ella reseñó como cosas de chiquillos.
No había palabras entonces en el lenguaje, como para lo que expuso era un comportamiento ante el que las víctimas, solo acotaban me lastima, me molesta, me ofende.
Lo que añadió que debe ser una consigna, es vencerse esa idea errónea de que la persona que delata, se convierte en automático en las peores definiciones, lo que solo propicia el continuismo del acoso.