Las photocards, pequeñas tarjetas con imágenes oficiales de los integrantes de grupos de K-pop, se han convertido en el producto más deseado por los fanáticos a nivel mundial. Su exclusividad, combinada con el auge del coleccionismo, ha hecho que su demanda crezca exponencialmente en plataformas de compraventa de productos usados, lideradas por grupos como BTS.
¿Qué son las photocards y por qué son tan populares?
Las photocards son tarjetas de tamaño similar a una carta de baraja que suelen incluirse al azar en los álbumes físicos de los artistas. Cada tarjeta presenta fotografías de los miembros de un grupo, lo que impulsa a los fans a coleccionar sets completos. Su carácter limitado y el factor sorpresa de su distribución las convierten en objetos de gran valor sentimental y económico.
Además, algunas photocards llegan a alcanzar precios exorbitantes. Recientemente, una photocard de Jimin de BTS, por ejemplo, se vendió recientemente por 3 millones de wones, (44 mil pesos mexicanos aproximadamente) según Naver News, convirtiéndose en el artículo más caro registrado en esta categoría. Otras photocards, como las de Suga (1.5 millones de wones o 22 mil pesos mexicanos) y de LOONA (2 millones de wones, 29 mil pesos), también se han vendido por cifras significativas.
Un mercado en expansión
El informe de Lightning Market revela que el 69% de las transacciones globales en la categoría “Star Goods” corresponden a productos relacionados con ídolos de K-pop. BTS lidera la lista con 1,498,103 búsquedas en la plataforma, seguido por grupos como Seventeen, NCT e Ive.
Estados Unidos encabeza la lista de países con mayor actividad en este mercado, seguido de Japón, China y Vietnam. El crecimiento es notable: el número de usuarios activos mensuales en Lightning Market ha aumentado un 95% desde enero de este año, consolidando la popularidad de las photocards como un fenómeno global.
Fraudes y riesgos asociados al coleccionismo
El creciente interés por las photocards también ha traído consigo un aumento en los delitos de fraude. Un caso reciente involucró a un hombre que fingió vender photocards de grupos como NCT, obteniendo más de 24 millones de wones de fanáticos sin entregar los productos.
Las autoridades advierten sobre métodos cada vez más sofisticados, como fraudes en compras grupales y estafas relacionadas con entradas para eventos. Plataformas como KakaoTalk y redes sociales como X (antes Twitter) se han convertido en canales para estos delitos, afectando principalmente a adolescentes y jóvenes adultos.
El vínculo emocional tras las photocards
Más allá de su valor económico, las photocards representan una conexión única entre los fans y sus ídolos. Para muchos, coleccionarlas no solo es un pasatiempo, sino una manera de sentirse más cerca de los artistas que admiran.
Este fenómeno, impulsado por la exclusividad y el amor al K-pop, asegura que las photocards continúen siendo un símbolo de la dedicación y el apoyo de los fanáticos en todo el mundo.