La piña, como muchas frutas tropicales, ha sido objeto de diversos mitos relacionados con la salud; y entre ellos, su influencia sobre la fertilidad. No obstante, es importante diferenciar qué opina la ciencia al respecto o si se trata de un simple mito.
Los mitos, en el imaginario colectivo, son narraciones que surgen en la cultura de un grupo social, a menudo, transmitidas de generación en generación y que reflejan las creencias, valores y la cosmovisión de ese grupo; asimismo, estas suelen variar entre distintas culturas, aunque comparten características similares.
¿Realidad o mito?
La creencia de que la piña puede mejorar la fertilidad está bastante extendida entre las personas; sin embargo, la evidencia científica que respalde dicha afirmación no es algo sólido.
La idea de que la piña favorece la fertilidad proviene principalmente de su alto contenido en bromelina, una enzima que se encuentra en la fruta. Se cree que la bromelina tiene propiedades antinflamatorias y que puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea; y, en teoría, la salud reproductiva.
Sin embargo, de momento, no existen estudios científicos concluyentes que demuestren que la piña por sí sola tenga un efecto directo y significativo sobre la fertilidad, ya sea masculina o femenina.