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Acusan que Alcaldesa de Amanalco dio dinero público al narco

Agencia Reforma | 29/11/2024 | 14:07

La audiencia de María Elena Martínez Robles, Alcaldesa de Amanalco, destapó una red de corrupción donde el crimen organizado se beneficiaba de las arcas del Ayuntamiento.
 
 De acuerdo con la información de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México recabada para este caso, se investiga la entrega de un millón 300 mil pesos que la Alcaldesa habría hecho a integrantes del crimen organizado cada tres meses.
 
 El dinero habría sido entregado a uno de los líderes de la Familia Michoacana conocido como "El Pelón", quien supuestamente tenía una cabaña de descanso a un lado de la casa de la Alcaldesa.
 
 Además, se le acusa de entregar 10 mil pesos por cada acuerdo de cabildo tomado y 10 por ciento de todo el presupuesto de obra pública.
 
 Según consta en las investigaciones, José Alfredo "N", alias "El Fresa", habría mandado llamar a la Alcaldesa y al síndico Miguel Ángel Lara, por las diferencias que ambos mantenían.
 
 "Soy 'El Fresa', ya los mandé traer porque hay un desmadre con ustedes (...) pero no se preocupen, a nosotros nos gusta ayudar (...) ya no están chiquitos, ya trabajen así, ella es de tu equipo (...) como les repito, yo solo les pido una cuota", consta en la carpeta.
 
 Tras ese encuentro, "El Fresa" habría ordenado que la mitad de la Administración pública y su presupuesto, fuera manejado por el síndico Miguel Ángel Lara de la Cruz y la otra por María Elena Martínez, pero las cuotas se habrían mantenido sobre el presupuesto total del Municipio.
 
 El síndico Miguel Ángel Lara y la Alcaldesa habrían mantenido varias reuniones con integrantes de la Familia Michoacana en el Municipio de Luvianos.
 
 Sin embargo, el 25 de enero del 2023, la Edil habría ordenado el asesinato de Miguel Ángel Lara a través de una llamada, según las declaraciones de un testigo.
 
 "Sí, mi comandante, Miguel Ángel no quiere entender (...) ya le dije que no hay de otra, si vamos a seguir trabajando lo vamos a tener que quitar del camino (...) pues ya para que lo maten (...) no se preocupe, yo se lo pongo, sí, a Zacazonapan".
 
 Un día después de esa comunicación, los cuerpos del síndico y de su chofer fueron encontrados en un paraje de esa región.