El Ministerio de Exteriores de Chad ha anunciado este viernes que ha rescindido el acuerdo de cooperación en materia de seguridad y defensa que mantenía con las autoridades francesas desde septiembre de 2019, defendiendo un cambio de sus "prioridades nacionales", en un golpe para Francia, que pierde su presencia militar en el Sahel, y deja a Occidente sin un aliado clave en la región para combatir el terrorismo.
"Esta decisión, tomada tras un profundo análisis, marca un punto de inflexión histórico. En efecto, tras 66 años desde la proclamación de la República del Chad, es hora de que el Chad afirme su plena soberanía y redefinir sus asociaciones estratégicas en función de las prioridades nacionales", ha explicado en un comunicado el ministro de Exteriores y portavoz del Gobierno chadiano, Abderaman Koulamallah.
Pese a la ruptura, el ministro ha asegurado que esta decisión "no cuestiona en absoluto las relaciones históricas y los lazos de amistad entre las dos naciones" y ha subrayado su voluntad de mantener "un diálogo constructivo para explorar nuevas formas de asociación" con Frania, "en beneficio de ambos pueblos".
Asimismo, ha aclarado que respetará los términos sobre la rescición recogidos en el acuerdo con las autoridades francesas, a quienes ha dado las gracias, para "garantizar una transición fluida".
La decisión del Gobierno de Chad, una pieza clave para Occidente en su lucha antiterrorista con la mayor base militar francesa en el continente, parece seguir la tendencia del Sahel, donde algunos países son críticos con la presencia occidental en sus territorios y proclives, en cambio, a acercamientos a Rusia, incluido el despliegue de mercenarios del Grupo Wagner, ahora conocido como Africa Corps.