Un dolor de cabeza puede ocurrir por distintas razones, por ejemplo, forzar la vista, atravesar por una emoción fuerte, dormir mal o someterte a un alto grado de estrés. Sin embargo, la migraña se focaliza en distintos puntos de la cabeza, como pudiera ser el lado derecho.
Esto lo que se conoce como dolor unilateral, es decir, en un solo lado. Pero los expertos aclaran que, en términos de causas, no se diferencia de aquel dolor que se genera en el lado izquierdo de la cabeza.
Suele ser una molestia punzante, que provoca náuseas cuando es fuerte y sensibilidad en el propio cuero cabelludo. Puede ser gradual o repentino, con una duración temporal, aunque en algunos casos es prolongado, lo que obliga a la ingesta de un analgésico.
Otras formas en las que duele el lado derecho de la cabeza
Una de las sensaciones más habituales es la «cefalea en racimos», que se genera detrás del ojo o en la sien, tomando parte del lado derecho. Si no se combate, al cabo de 10 minutos puede alcanzar un grado más alto y prolongarse hasta por tres horas.
Los médicos también mencionan la «cefalea hemicránea paroxística», que provoca breves ráfagas de dolor unilateral, de manera punzante o como una «garra».
Generalmente, se presentan signos como pupila dilatada, lagrimeo y congestión nasal.
Asimismo, existe la «cefalea cervicogénica», provocada por movimientos bruscos en la cabeza y cuello, provocando dolores moderados a intensos en el lado derecho. Este comienza en el cuello, sigue hacia los ojos y se instala en la cabeza.
Y otra forma en la que puede presentarse, entre las comunes, está la «neuralgia de trigémino», que se refiere al daño que sufre un nervio trigémino, causando ráfagas de dolor intenso y punzante. Estas molestias también podrían sentirse como un pequeño corrientazo en la mandíbula, las mejillas, los ojos y la frente.
Es fundamental que acudas con un proveedor de atención médica cuando los síntomas persistan durante mucho tiempo, incluso después de haber tomado un analgésico. También si experimentas signos como diarrea o estreñimiento, aumento de la frecuencia cardiaca y sed intensa.
En el caso de que estés embarazada, no lo pienses, ve al médico de inmediato.