Lupillo González | 27/11/2024 | 09:54
LO QUE PASÓ EN VILLA DE POZOS es indignante. Durante el proceso de entrega-recepción entre esta delegación y el Ayuntamiento de San Luis Potosí salió a la luz la rapiña con que fue saqueada.
EL ROBO FUE TAN DESCARADO Y cínico, que una gran mayoría de bienes desaparecieron, pero eso sí, dejaron inventariadas sillas de plástico de una conocida marca de refrescos y otra de cerveza, que no se deberían considerar parte del Control Patrimonial del Concejo Municipal de Villa de Pozos.
PERO AQUÍ EXPONGO PARTE DE LA rapiña mencionada, por ejemplo en Catastro, las computadoras se entregaron vacías, sin archivos ni información que respaldara los trámites realizados.
ALGUIEN SE ENCARGÓ DE BORRAR todo, pero llevándose información sumamente importante. Por otro lado, más de un millón de pesos que pertenecían a Villa de Pozos por un trámite de urbanización, desaparecieron. El dinero simplemente no está, y nadie sabe a dónde fue.
EN SERVICIOS MUNICIPALES, LAS pocas básculas localizadas estaban rotas, compresores sin motores, y hasta cámaras frigoríficas desmanteladas forman parte del inventario entregado. Además, no existe la documentación de espacios en el cementerio vendidos a ciudadanos. Estos ladrones de cuello blanco hasta con la muerte jugaron.
EN COMERCIO, LOS ABUSOS NO SE quedan atrás: negocios denunciaron cobros ilegales hechos por personal sin autoridad para hacerlo.
PERO LO MÁS ALARMANTE ESTÁ en Oficialía Mayor. Más del 22% del patrimonio municipal no fue localizado: maquinaria, vehículos e incluso propiedades están en el limbo. Algunos bienes fueron encontrados en casas particulares, como si fueran de uso personal. Y todo esto sin contratos ni explicaciones.
BUENO, HASTA LAS LLAVES DE LAS bases de control de los semáforos desaparecieron, mismos que se encuentran abiertos en su totalidad, y tengo conocimiento de que están haciendo responsables de los mismos a Juan Antonio Villa, Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana.
EL NUEVO MUNICIPIO DE VILLA DE Pozos vive un verdadero caos por la falta de servicios elementales y por tener un Concejo Municipal plagado de parásitos ligados a los partidos políticos y si a eso le sumamos la terrible rapiña del cual fue objeto, las cosas se ponen aún peores. Este caso no puede quedar impune.
LAS AUTORIDADES TIENEN EL deber de investigar y castigar a los responsables. Porque este no es solo un caso de malos manejos, es un robo institucional muy bien planeado.