El Ministerio de Salud Pública de Líbano ha informado de que más de 3.500 personas han fallecido y otras cerca de 15.000 han resultado heridas por los ataques de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en el marco de su ofensiva contra el partido-milicia chií Hezbolá a lo largo del último año.
En concreto, las autoridades sanitarias de Líbano han informado de que el balance aumenta hasta los 3.516 muertos tras sumar otros 35 fallecidos en las últimas horas. Asimismo, los ataques israelíes del último día han dejado 143 nuevos heridos, aumentando así la cifra total hasta los 14.929.
Las regiones más afectadas en la última jornada han sido la gobernación Sur, con trece muertos y 69 heridos; y Nabatiye, con otros doce fallecidos y 22 heridos. En la ciudad de Beirut se han sumado diez muertos y 45 heridos, mientras que en Monte Líbano y en Baalbek-Hermel se han confirmado un total de siete heridos.
De la cifra total de fallecidos, más de 2.460 son hombres, mientras que otros más de 670 son mujeres y más de 230 son niños. Por otro lado, la elevada cifra de heridos se debe en parte a la explosión coordinada de dispositivos de comunicación que sorprendió a la población libanesa a comienzos de septiembre.
Según las cifras compartidas por las autoridades sanitarias libanesas en sus redes sociales, un total de 212 miembros del personal sanitario han fallecido víctimas de los ataques israelíes, mientras que otros casi 320 han resultado heridos. Por otro lado, más de 130 instalaciones sanitarias han sufrido daños.
El Ejército israelí desató el 1 de octubre una nueva invasión de Líbano tras varias semanas de intensos bombardeos y ataques contra el país, incluida el citado estallido coordinado de miles de 'buscas' y 'walkie-talkies' vinculados a Hezbolá, después de más de once meses de combates con Hezbolá en la zona fronteriza.
El repunte de las hostilidades se enmarca en los enfrentamientos iniciados hace más de un año, después de que Hezbolá atacara territorio israelí un día después de los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, que llevaron a Israel a desatar una cruenta ofensiva contra la Franja de Gaza, donde han muerto ya más de 43.800 personas.