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internacionales

Sismos y huracanes dejan más de 46.000 viviendas afectadas en Cuba

EFE | 16/11/2024 | 18:05

Las viviendas dañadas por los huracanes Oscar y Rafael, y los dos sismos ocurridos hace casi una semana ascienden a 46.400 en las 6 provincias afectadas en el occidente y el oriente de Cuba, informaron este sábado medios estatales.
 
En el caso de los huracanes, más del 80 % de las afectaciones se localizan en daños parciales y totales en los techos, indicó el ministro cubano de la Construcción, René Mesa, durante una sesión del Consejo de Defensa Nacional, presidido por el mandatario del país, Miguel Díaz-Canel.
 
Oscar impactó la costa nororiental de Cuba el pasado 21 de octubre como un huracán categoría 1 -de un máximo de 5- dejando un saldo de 8 muertos y severos daños en las viviendas de la provincia de Guantánamo, sobre todo.
 
Rafael, en tanto, impactó el occidente -incluida La Habana- a principios de noviembre con categoría 3 y, además de las afectaciones, provocó un apagón nacional. El segundo en menos de dos semanas y el tercero en apenas dos años.
 
A ello se sumaron dos sismos de magnitud 6 y 6,7 grados registrados en el suroriente de Cuba el pasado domingo que dejó al menos 10 heridos.
 
El Gobierno de Cuba aseguró ahora que los movimientos telúricos afectaron 8.612 viviendas, de las cuales 156 son derrumbes totales y 5.968 están calificadas como afectaciones menores.
 
Las provincias más afectadas por los recientes desastres en Cuba son Artemisa, Mayabeque, La Habana (occidente) y Guantánamo, Santiago de Cuba y Granma (oriente), así como el municipio especial la Isla de la Juventud, al sur del occidente.
 
El Gobierno antillano anticipó esta semana que su Producto Interno Bruto (PIB) sufrirá una contracción en 2024 tras los dos huracanes y dos sismos registrados en las últimas cuatro semanas, además de su prolongada crisis energética.
 
Los recientes desastres naturales vienen a golpear a una economía ya sumida desde hace más de cuatro años en una profunda crisis -sin apenas producción, una inflación galopante y un abultado déficit- y las dificultades de las autoridades para enderezar el rumbo pese a las medidas aprobadas para corregir distorsiones.