El Estado alemán no contará con un nuevo presupuesto para 2025 tras quedar el Gobierno en minoría por la ruptura de la coalición y tendrá que recurrir a la prolongación del actual, como confirma que la Cámara Baja haya cancelado las sesiones de la próxima semana que iban a estar dedicadas a este asunto.
Con los votos del partido conservador y su hermana bávara (CDU/CSU), el Partido Socialdemócrata (SPD), los Verdes y el Partido Liberal (FDP), el calendario de sesiones de la próxima semana quedó cancelado, porque todas estas fuerzas consideran que, tras la ruptura de la coalición, ya no hay mayoría a favor de la planificación presupuestaria.
El jueves debía celebrarse una reunión en la Comisión de Presupuestos para adoptar el presupuesto y estudiar el ajustado para 2024.
Sin embargo, el nuevo ministro de Finanzas del Gobierno alemán, Jörg Kukies, ha renunciado a presentar el llamado proyecto de ley de ajuste para el presupuesto federal de 2025, lo que significa que el procedimiento para el presupuesto del próximo año ha fracasado definitivamente, señala el semanario 'Der Spiegel'.
El proyecto de ley de ajuste es un requisito previo para su aprobación de acuerdo con las normas y sirve para ajustar los presupuestos de los distintos ministerios a la situación financiera actual.
Sin embargo, no todos los presupuestos individuales se han ultimado aún y Kukies y su equipo ya no esperan que esto ocurra, pues el Gobierno en minoría formado por socialdemócratas y verdes carece de mayoría.
Esto significa que el país entrará en una gestión presupuestaria provisional a partir de enero. De esta manera, cada mes, se autoriza al Gobierno federal a gastar una doceava parte del presupuesto del año anterior.
Según reiteró este viernes el Gobierno en la rueda de prensa ordinaria de portavoces, los gastos sociales y las obligaciones asumidas estarán garantizados, al igual que la ayuda a Ucrania.
Kukies, que aún quería además aprobar un presupuesto suplementario para 2024, también aseguró a los diputados que, a pesar de todo, se garantizaría el apoyo a Ucrania.
Un presupuesto suplementario habría permitido al Gobierno alemán contraer 11.000 millones de euros adicionales en nuevos préstamos debido a la mala situación económica.
Precisamente la elaboración del presupuesto para 2025 fue, en parte, motivo de la ruptura de la coalición de socialdemócratas, verdes y liberales, pues aún faltaba por cerrar un agujero de 12.000 millones de euros.
En este hecho y ante la necesidad de proporcionar a Ucrania ayuda adicional, el canciller, el socialdemócrata Olaf Scholz, propuso a su entonces ministro de Finanzas, el liberal Christian Lindner, que declare una emergencia para permitir esquivar el freno de la deuda anclada en la Constitución.
Ese freno permite al Estado endeudarse cada año un 0,35 % de su PIB, pero no más.
Lindner se negó y Scholz le despidió, por lo que los liberales fueron expulsados de la coalición.