La activista sueca Greta Thunberg protagonizó este viernes un nuevo acto de protesta contra la organización de la cumbre climática COP29 en Azerbaiyán, que esta vez tuvo lugar frente a la oficina de las Naciones Unidas en la vecina Armenia.
"Tenemos que dejar de fingir que los países donde no se respetan los derechos básicos, pueden marcar la agenda climática", dijo la ecologista.
Durante el acto, transmitido en directo por YouTube, Thunberg estuvo acompañada por varios activistas climáticos armenios y algunos refugiados de Nagorno Karabaj, que se vieron obligados a huir de su tierra natal tras una operación militar de Azerbaiyán en septiembre de 2023.
Los refugiados denunciaron que en estos momentos, cuando Bakú acoge la COP, sus fuerzas armadas destruyen el legado cultural armenio y los hogares de los residentes de Nagorno Karabaj, internacionalmente reconocido como parte de Azerbaiyán, pero poblado hasta hace un año por armenios étnicos.
"Si la propia ONU no respeta sus convenciones y no obliga a Azerbaiyán a hacerlo, ¿cómo podemos exigirlo a Bakú?", preguntó una mujer karabají al tomar el micrófono durante el acto de protesta bajo el lema "Stop greenwashing genocide".
Por su parte, Thunberg señaló que ahora le toca a otros también, y no solo a activistas armenios, a "exigir justicia y concienciar" sobre lo ocurrido con ese pueblo.
La víspera, la activista sueca visitó el memorial a las víctimas del genocidio armenio en el Imperio otomano -en el que murieron 1,5 millones de personas- y participó en una conferencia sobre las "agresiones de Azerbaiyán a los derechos humanos y la causa medioambiental".
Thunberg, que tiene 21 años, aseguró que "los activistas azerbaiyanos viven como si estuvieran en una cárcel, sin derechos".
Y mientras, "el mundo guarda silencio" y permite a Bakú llevar a cabo un "lavado verde" de su imagen.
La activista desarrolla estos días una agenda paralela a la COP en Armenia y la vecina Georgia, ambas fronterizas con Azerbaiyán.
Según escribió Thunberg en un artículo en The Guardian, "toda la economía de Azerbaiyán se cimienta en combustibles fósiles", ya que las exportaciones de petróleo y gas de la empresa petrolera estatal Socar representan cerca del 90 % de las exportaciones del país.