El impulso al consumo de combustibles nacionales no debería implicar el detrimento de los ingresos petroleros, consideró el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
El Gobierno mexicano ha impulsado la idea de privilegiar la producción nacional de combustibles hasta lograr la autosuficiencia energética, sin embargo, también contempla una reducción al mínimo en las exportaciones de petróleo crudo, lo que repercutiría directamente en los ingresos petroleros del País.
Solo en 2023, el valor de las exportaciones alcanzó los 33.2 mil millones de dólares, expuso el Instituto en su análisis sobre la Estrategia Nacional del Sector de Hidrocarburos y Gas Natural.
En cuanto a la meta de producción de 1.8 millones de barriles de hidrocarburos, el organismo asegura que existen varias acciones que deben impulsarse, inicialmente, mantener esquemas de exploración y reservas para mantener la producción en por lo menos, los próximos 10 años.
También es indispensable que se desarrollen esquemas de participación privada para mantener y luego incrementar la producción, como los proyectos mixtos que se mencionaron ayer tras la presentación de la Estategia de Hidrocarburos y Gas natural.
Sin embargo, indicó que se debe establecer claridad sobre dicho esquema mixto y asegurar que existan más proyectos de producción de hidrocarburos, debido a que, aunque Zama y Trión inicien operaciones, no serán suficientes para alcanzar la meta establecida.
En materia de gas natural, si bien resulta positivo que se busque incrementar la producción, y con ello reducir las importaciones, así como reducir las emisiones fugitivas de metano y eliminar la quema y el venteo, el Imco señaló que las acciones de Pemex han sido insuficientes para reducir sus emisiones.
Además, la apuesta por el desarrollo del campo Lakach resulta riesgosa al ubicarse en aguas profundas y en donde se tiene poca experiencia, por lo que su explotación se ha relegado en varias ocasiones.
Por último, no se tiene infraestructura para su almacenamiento, lo que fomenta los riesgos de seguridad energética en caso de un desabasto.
"La Estrategia Nacional del Sector de Hidrocarburos y Gas Natural presenta objetivos ambiciosos, no obstante, no plantea una ruta crítica para alcanzarlos. Será tarea de la legislación secundaria cuidar que las figuras y mecanismos planteados sean claros y garanticen certidumbre para la inversión en el largo plazo. Asimismo, debe ser cuidadosa de no incurrir en pérdidas para la hacienda pública en aras de beneficiar a una empresa que debe contribuir al bienestar de la población", puntualizó el Imco.