México tiene una importante oportunidad de aprovechar la reconfiguración de las cadenas de suministros globales a través del friendshoring y nearshoring en medio del contexto de desglobalización que viven las economías mundiales, aseveró James A. Robinson, ganador del premio Nobel de Economía 2024.
"No queda duda de que el mundo entró en un periodo de desglobalización. Creo que seguiremos viendo la desglobalización a futuro y tendrá consecuencias para los precios de los bienes en América Latina.
"Pero en esta situación también existen oportunidades, porque parte de esto es la reconfiguración de la cadena de suministro y mucha de la producción volverá a Estados Unidos y a México. La economía mexicana se encuentra en una posición en la que puede beneficiarse de esa reestructuración del comercio", externó durante el Encuentro Amafore 2024.
Reiteró que la desglobalización y la polarización a nivel mundial, principalmente por las fricciones de Estados Unidos con Rusia y China, tendrá efectos negativos en el crecimiento económico mundial, pero que el caso de México es único y debería aprovechar su posición.
Sobre la polarización, Robinson mencionó que un punto muy complejo de entender es el actual populismo que se percibe en distintos países del mundo.
"Es difícil comprender el populismo que vemos en Estados Unidos, México, Chile, India, Filipinas o Hungría. ¿Qué tienen todos esos países en común?, ¿por qué están actuando de esa forma? Para mí hay una especie de falta de creencia en la democracia como una idea.
"América Latina se democratizó y cuando corrió esta tercera ola de democracia en los 80 y 90, cuando desapareció esta parte militar, a la gente se le prometió tanto y esperaban tanto, y pensó que todo ocurriría pronto y que iba a haber un cambio, incluso en México. Entonces es una situación frustrante porque las democracias pueden ser corruptas y toma tiempo construir instituciones funcionales. La gente se vuelve impaciente y es lo que estoy viendo por todos lados, es lo que tienen en común esos países", argumentó.
Caso China y EU
El también politólogo por la Universidad de Chicago expuso que a pesar del importante desarrollo de China en los últimos años, su crecimiento económico parece no ser tan sostenible en el tiempo, caso contrario a lo que ocurre en Estados Unidos, un país que sabe atraer y localizar talento e innovación.
"China ha hecho un gran progreso económico, pero no puede durar, no hay forma en la que dure sin innovación, y lo que vemos en la última década es una concentración de poder personal en las manos del Presidente Xi Jinping. El poder absoluto corrompe, no podemos tener una sociedad o una economía emprendedora y exitosa con una dictadura totalitaria.
"En tanto, me parece que la ventaja que ha tenido Estados Unidos sobre cualquier otra parte del mundo es esta capacidad de poder succionar el talento de todos lados, de México, de Latinoamérica", contrastó.
Bajo este contexto, el ganador del Nobel anticipó que el orden económico mundial durante las próximas décadas pareciera ser bastante parecido al actual.
"Me parece que Rusia será siempre Rusia, tiene muchos recursos naturales, pero no es una amenaza a nivel económico. China podría hacerlo, pero no creo que el dinamismo económico chino sea sustentable.
"Si pensamos en 20 años a futuro cómo será el mundo, creo que será bastante similar en términos de que tendremos el dominio económico de Estados Unidos", sentenció el coautor del libro "Por qué fracasan los países".