Aunque el Presidente electo Donald Trump ha dicho que "arancel es la palabra más hermosa", los analistas de Barclays estiman que la administración Trump 2.0 no impondría aranceles específicos a México.
En un análisis titulado "México: una piñata electoral, pero el socio comercial más importante de EU", la correduría indicó que el País sería reconocido como un socio comercial importante durante su administración, en base a los factores que el ex representante comercial Robert Lighthizer delineó en su libro "Ningún comercio es libre", y porque consideró que los incentivos de la Presidenta Claudia Sheinbaum están alineados con los de la administración Trump.
En última instancia, un arancel del 10 por ciento para todos los países, excepto China, con un arancel más alto, depreciaría el peso mexicano solo un 10 por ciento (o menos), lo que sumaría entre 25 y 30 puntos base a la inflación general en los próximos seis meses en México, según las estimaciones de Barclays sobre el traspaso cambiario a la inflación.
Y en caso de que Trump imponga aranceles, estimó que las autoridades comerciales mexicanas probablemente considerarían aranceles específicos a la importación de bienes estadounidenses que tendrían un efecto máximo en las empresas estadounidenses y el menor en la inflación de México.
Por otra parte, agregó que en las renegociaciones del T-MEC el ruido de las reformas volvería a cobrar fuerza si el Congreso aprueba la eliminación del regulador de telecomunicaciones, ya que esto solo aumentaría la influencia de Trump en las discusiones comerciales.
Señaló que el equipo de la Presidenta Claudia Sheinbaum está trabajando para alinear los incentivos con la disputa comercial de Estados Unidos con China, y junto con las políticas de seguridad de línea dura para fortalecer el Estado de derecho, en particular con respecto al crimen organizado, debería ser extremadamente útil en la revisión del T-MEC.
En relación al libro de Lighthizer, la correduría dijo que el ex funcionario menciona que una revisión importante con respecto a México será cómo las empresas chinas han podido eludir las reglas del T-MEC para exportar a Estados Unidos después de un cambio de marca "Hecho en México".
En este contexto, Barclays destacó que el número de vehículos chinos o vehículos de marca china que México exporta a Estados Unidos es cero.
Sin embargo, las materias primas o ciertos bienes intermedios podrían desempeñar un papel importante en las reglas de contenido regional que podrían ser en las que Estados Unidos se concentre en la revisión del T-MEC.
Respecto a las deportaciones masivas que realizaría la administración Trump, la correduría recordó que en el pasado no redujeron los flujos de remesas, sino que los desaceleraron y es lo que se esperaría en el futuro, ya sea por un crecimiento más lento en Estados Unidos o por un aumento considerable de las deportaciones.
Pero si ambas cosas ocurren al mismo tiempo, dijo, tendría que ajustar sus proyecciones para el crecimiento del PIB mexicano.