El bar "Bling Bling" está al pie de Avenida José María Morelos y Pavón, en una orilla de la Colonia San Francisco Tepojaco, en el Municipio de Cuautitlán Izcalli, en el Estado de México.
Alrededor hay otros 20 negocios, pero la mayoría de comerciantes prefirió descansar o retrasó la apertura tras la masacre de la noche anterior.
Quienes viven cerca escucharon la ráfaga de balazos el domingo hacia las 20:40 horas.
"Íbamos llegando de pasear y como a los cinco minutos nos dimos cuenta porque fueron muchos, uno tras otro", señaló una mujer.
Sin embargo, entendieron la magnitud de lo que había ocurrido hasta que vieron las imágenes de las víctimas en redes sociales.
Eran clientes del bar, cuyos cadáveres terminaron tendidos entre mesas, bancos y envases de bebidas.
"Yo tengo como 20 años aquí y nunca había pasado algo así. El 'Bling' ya llevaba más del año y los fines siempre se llenaba casi de puro chavo, pero todo relax", apuntó un señor.
Las autoridades informaron que fueron asesinados cinco hombres y un adolescente, de 15 años. Cinco personas más resultaron heridas, pero las hospitalizaron a tiempo y sobrevivieron.
Según fuentes estatales de seguridad pública, la agresión iba dirigida a dos individuos, identificados como Juan, "El Oso", y Alfredo, "El Fredy".
Se les atribuía el control de la venta de droga, extorsiones y robos en la zona.
Sus informes detallan que formaron parte de una célula afín al Cártel Jalisco Nueva Generación y actualmente se les vinculaba con el Cártel Independiente.
A través de videos de cámaras de vigilancia, la Fiscalía de Justicia mexiquense estableció que los agresores fueron dos sujetos y que llegaron al negocio en un Seat Ibiza rojo.
Enseguida descendieron, acribillaron a quienes convivían y huyeron en el mismo vehículo hacia la Colonia La Piedad.
Mientras que los peritajes confirmaron que usaron armas largas automáticas calibre .223.
Después de las detonaciones, refirieron los vecinos, vinieron los gritos.
"Se escuchaba que estaban desesperados y pedían ayuda, pero no salí. Sólo me asomé por la ventana, vi que todos estaban corriendo y que había un desmadre. Ya habían llegado los policías (municipales), pero no hacían nada", contó un muchacho.
Rogelio, de 21 años, fue uno de los que buscaron huir, pero recibió un tiro en la espalda. Corrió unos 150 metros y se desplomó frente a un gimnasio.
Ahí permaneció hasta que llegaron sus familiares, quienes lo llevaron a un hospital en Naucalpan en un auto particular.
"No aguantó, se murió antes de llegar. Nos dijeron los doctores que la bala le perforó un pulmón", lamentó su primo, quien tiene una edad similar a la víctima.
Más de 12 horas después del ataque, regresó a buscar las llaves de la moto de Rogelio, pues ayer sólo se preocupó por salvarlo.
Sabe hacia dónde apuntan las indagatorias y le parece importante deslindar a su familiar de cualquier especulación.
"Estuvo en el lugar equivocado. Ni siquiera conocía a esas personas por las que dicen que pasó todo. Él es militar, tenía varios años en el Ejército. Ahorita andaba aquí porque eran sus vacaciones", aclaró.
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