Ana Paola Dávila | 10/11/2024 | 12:01
La calabaza de Castilla, conocida por su papel protagónico en las decoraciones de Halloween y como ingrediente estelar de múltiples recetas, tiene una rica historia que la conecta tanto con las festividades estadounidenses como con la tradición culinaria mexicana.
En San Luis Potosí, su popularidad ha crecido significativamente en las últimas décadas, gracias a la influencia de la cultura global y la revalorización de los ingredientes locales. Hoy en día, los supermercados tienden a crear un espacio decorativo especial para este tipo de calabazas.
La calabaza de Castilla (Cucurbita moschata) tiene raíces prehispánicas. Cultivada desde hace miles de años en Mesoamérica, su uso tradicional en México ha sido amplio: desde sopas y dulces hasta atoles y tamales. Sin embargo, la costumbre de usarla como decoración se popularizó en el país a partir de la década de 1990, cuando Halloween comenzó a ganar relevancia gracias a la influencia del cine, la televisión y la expansión cultural estadounidense. En esa época, la demanda de calabazas decorativas aumentó, y muchos productores comenzaron a cultivarlas con fines
Si bien México ha cultivado calabazas durante siglos, la versión conocida como “Jack-o’-lantern”, típica de Halloween, se empezó a importar desde Estados Unidos para satisfacer la demanda de decoraciones.
En San Luis Potosí, la calabaza de Castilla no solo ha sido adoptada como símbolo estacional, sino también como ingrediente esencial en la gastronomía. Desde los tradicionales dulces de calabaza en tacha, cocidos en piloncillo y canela, hasta versiones modernas como cremas y panes, su versatilidad ha conquistado a muchas cocinas. Hoy en día, su pulpa se emplea para darle un giro local a platillos internacionales, como el pastel de calabaza o el famoso “pumpkin spice latte”, un jarabe sabor calabaza con otras especias otoñales como la canela y nuez moscada.
Esta calabaza es especialmente valorada por su sabor dulce y su textura suave, lo que la hace ideal para elaborar purés, una base perfecta para preparar sopas, rellenos o postres. Aprovecharla en recetas caseras no solo conecta con la tendencia mundial de consumir productos de temporada, sino que también fomenta el uso de ingredientes locales y accesibles. Receta de puré de calabaza de Castilla
Para aquellos que quieren disfrutar del sabor auténtico de esta hortaliza, aquí te compartimos una receta sencilla de puré de calabaza de Castilla que puedes usar como base para múltiples platillos o simplemente disfrutarlo tal cual.
Ingredientes:
• 1 calabaza de Castilla mediana
• 2 cucharadas de mantequilla (opcional)
• Sal al gusto
Instrucciones:
1. Precalienta el horno a 180 °C. Corta la calabaza de Castilla por la mitad y retira las semillas y fibras con una cuchara.
2. Coloca las mitades de la calabaza en una bandeja para hornear, con la pulpa hacia abajo. Hornea durante 45-60 minutos o hasta que la pulpa esté suave y se pueda perforar fácilmente con un tenedor.
3. Una vez cocida, deja enfriar la calabaza lo suficiente como para poder manipularla. Saca la pulpa con una cuchara y colócala en un procesador de alimentos o un tazón grande.
5. Sirve caliente como guarnición o úsalo como base para otras recetas, como sopa de calabaza, pastel o incluso como relleno de empanadas. Te recomiendo guardar el puré en el refrigerador en un recipiente hermético.
En esta época del año, vale la pena detenerse en los mercados locales de San Luis Potosí y explorar las diferentes formas de aprovechar la calabaza de Castilla, no solo como parte de las decoraciones de Halloween, sino también como un ingrediente esencial para la cocina potosina. Así, la tradición y la modernidad se encuentran en cada bocado, recordándonos que la gastronomía es una celebración constante de nuestra historia y cultura.
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