Pedro Olvera | 09/11/2024 | 12:29
EN LO QUE FUE LA ÚLTIMA carcajada de la cumbancha que como usted sabe, es el nombre de la canción de Agustín Lara que han interpretado muchos artistas, entre ellos Café Tacuba que alcanzó un gran éxito en Latinoamérica con su propia versión; igualmente es conocido el significado de cumbancha que al parecer es de origen cubano y que refiere una juerga, una gran jolgorio y reventón.
PUES ASÍ PARECE APRECIARSE todo lo que rodeó a la Reforma Judicial sobre todo cuando desesperadamente sus opositores hicieron uso de múltiples estrategias legales, legaloides algunas veces, ruidosas y otras de tinte académico, equiparándose a una gran juerga en la que se dice de todo, se alega y hasta se insulta y se esgrimen argumentos tantos como mentiras de una y otra parte de los involucrados en discusión.
IGUAL PARTICIPAN O participamos los mirones, pues nomás eso faltaba, que nos quedáramos callados.
Y ME GUSTÓ EL TÍTULO DE LA canción para referirme a esto pues se encuentran en ella alusiones a las claves (“oiga usted como suena la clave”) que sin duda existieron en este jolgorio de reforma algunas y muy importantes.
IGUALMENTE, LA CUMBANCHA SE dio inicialmente con ritmo y cadencia tranquilos pues no inquietaron demasiado a quienes pensaban que el triunfo electoral les pertenecía o les esperaba y esto sucedió con los dos bandos (¿o bandas?) involucradas, ya que al parecer ninguno abrigó dudas sobre su amplia victoria, la cual invariablemente corresponde solo a uno de los contendientes.
LOS RESULTADOS Y LA VICTORIA electoral llegaron inexorablemente y con ello el ritmo y jolgorio dio comienzo con un debate que dicen algunos comentócratas “ya merecía el país” tratando de parecer ecuánimes después de escuchar la última carcajada de la cumbancha o reventón, y es que en la parte más intensa de esta discusión nacional, no fueron pocos los intentos de reventar procedimientos legales con todas las argucias y matracas posibles.
UNA DE ESTAS, LA QUE POR SU nominación latina ha encontrado mayor relevancia o trascendencia periodística es la famosa intentona de acción legal conocida como amicus curiae que es un recurso legal al que pueden acudir personas ajenas a un litigio o controversia judicial justificando su participación en cooperar y aportar al Tribunal del que se trate, elementos y advertencias para el curso y desenlace de una resolución cuyo nudo o litigio ya han sido establecidos.
ASÍ SE HA DADO EN CONOCER YA con un valor más coloquial y doctrinario que claramente procedimental; en lo literal su significado puede leerse: Amigos de la Corte lo que resultaba más que mandado hacer para la contienda política que resultaba clave en la resolución.
Y ASÍ FUE COMO UN GRUPO O colectivo formado por juristas y personal del Poder Judicial Federal intervinieron ante la propia Corte tratando de apoyar la desaprobación de la Reforma Constitucional que ya había emitido el Congreso de la Unión para modificar el Poder Judicial en su estructura y en la designación de sus principales funcionarios representantes.
POR CIERTO, EN LO LITERAL SI SE trata de una acción colectiva o de más de un participante dicen los que entienden de latín que debería llamarse amicis que sería el plural de amicus (según la declinación) que sólo significa amigo.
AL PARECER TODAVÍA NO SE HA resuelto sobre esta última intentona, pero evocando a García Márquez sabemos todos, las dos partes litigantes los juzgadores y los mirones que no somos de palo, que se trata de una muerte anunciada.
ESTO ES QUE LA ÚLTIMA carcajada solo resuena un tiempo después que termina la cumbancha.
TAMBIÉN HUBO OTROS AMICI espontáneos o manipulados -no se sabe- del lado de la otra orquesta y estos se aventaron una puntada dizque de apoyo a la iniciativa de Reforma y nerviosos sobre un posible resultado adverso que para mi entender no podría, al menos legalmente proceder, pues tal como lo explicaba el Maestro Gabino Fraga, la función legislativa está hecha para crear, modificar o extinguir situaciones y derechos de alcance general y de interés social; y la función judicial es la que existe para crear, modificar o extinguir situaciones y derechos de carácter individual y eso es lo que le está dado y facultado al Poder Judicial.
ASIMISMO, ES CIERTO QUE A LA Corte le corresponde el control constitucional, pero eso se refiere al cumplimiento de la Constitución emitida a través del Poder Soberano del pueblo representado por el Legislativo.
DE TAL SUERTE QUE eventualmente el Poder Judicial puede declarar inconstitucional alguna o varias normas, pero ateniéndose y respetando la norma constitucional a la que puede incluso interpretar cuando se le haya planteado alguna discrepancia sobre su sentido y alcance.
SIN EMBARGO, BASTA RECORDAR el Artículo 133 que señala en primer término como Ley Suprema a la Constitución y en una interpretación sistemática podemos acudir al Artículo 135 que confirma a qué Poder le corresponde adicionarla o reformarla e incluso establece el indispensable concurso aprobatorio de la mayoría de las Legislaturas Estatales y de la Ciudad de México en lo que sin duda corresponde a un Poder no solo constituido, sino que con esa facultad resulta Poder Constituyente.
ASÍ PUESTAS LAS COSAS LOS amigos de la Reforma de animice de la Corte presentaron otra iniciativa para reconfirmar la Supremacía Constitucional, estableciendo prohibiciones para impugnar que no solo me parecieron innecesarias, sino que le pusieron más ruido a la juerga de dimes y diretes en la que nos vimos enfrascados todavía esta semana.
AQUÍ CABE PREGUNTARSE SI LOS amicus, amici o amigos de la Corte realmente son sus amigos o resultaron enemigos al exponer más al ridículo con los desesperados intentos de apoyo y presión hacia la Corte; también preguntarse qué tan amigos o enemigos resultan los legisladores que también le metieron más ruido a la cumbancha con los desordenados golpes de bongó repercutidos en lo que debería haber sido el final de la parranda, de la juerga, del reventón de opiniones políticas doctrinarias intelectuales y otros tres no tanto que rodearon y formaron parte de esta cumbancha.
NO RENIEGO DEL RUIDO, DE LA música, de lo que se dijo y de lo que se recontradijo pues eso es la democracia y tal vez a eso quisieron referirse los que hablaron de un debate ya merecido por el país.
NO LE TENGAMOS MIEDO A LAS cumbanchas ni a cuantas juergas de diálogo sean necesarias para dirimir nuestras discordancias, sean musicales o no.