Agencia Reforma | 09/11/2024 | 10:16
El rugido de Slipknot resonó nuevamente en Calle 2 en Zapopan, el mismo recinto que presenció su debut local hace dos años. Esta vez, los enmascarados de Iowa no solo desplegaron sus himnos clásicos, sino que también transportaron a la audiencia a los albores de su carrera.
Desde poco después de las 18:30 horas del viernes, una marea de camisetas negras y rostros pintados se vio a los alrededores de Calle 2.
Varios "maggots", como se conoce a los fanáticos de Slipknot, llegaron con antelación para ser parte de un viaje hacia 1999, año en que la banda de metal alternativo lanzó su álbum homónimo que la catapultó a la fama mundial y que motivó su actual gira del 25 aniversario, titulada "Here Comes the Pain".
Un espectáculo previo comenzó con una sorpresa mayúscula: Kerry King, legendario guitarrista y fundador de Slayer, abrió la velada a las 19:15 horas, con un set que electrizó al público. King, en su faceta solista, mostró que el thrash metal corre por sus venas y preparó el terreno para lo que vendría después.
A las 21:10 horas, las luces se apagaron y sonó la grabación de "742617000027", el primer tema del disco noventero. Después de ello, Slipknot apareció en escena con sus icónicos monos rojos y máscaras vintage para desatar la furia con su voz e instrumentos.
Tras interpretar "(sic)", Corey Taylor, líder y vocalista, saludó al público, conformado por alrededor de 8 mil asistentes, con un español mejorado desde su última visita.
"¡Hola Guadalajara! Estamos aquí otra vez. ¿Están felices de ver Slipknot de regreso en México esta noche? ¡¿Están bien?!", dijo Taylor con su peculiar voz rasposa.
"Tenemos algo muy especial esta noche. hace 25 años salió nuestro álbum viejo. Entonces; esta noche ¡son bienvenidos al año 1999!", agregó el cantante emocionado.
La banda se lanzó de lleno a un setlist que recorrió íntegramente su álbum debut, con joyas como "Eyeless", "Wait and Bleed" y "Spit It Out".
Una de las grandes revelaciones de la noche fue el desempeño del nuevo baterista, Eloy Casagrande. El brasileño, conocido por su trabajo con Sepultura, demostró ser una adquisición formidable, aportó una energía renovada y una precisión brutal que elevó cada tema a nuevas alturas.
A diferencia de sus shows más recientes, Slipknot optó por una puesta en escena más cruda y directa, prescindió de la pirotecnia elaborada y escenografías complejas de la ocasión pasada. Esta decisión permitió que la música hablara por sí misma.
La inclusión de temas poco habituales como "Only One" y "Scissors" en el encore fue recibida con éxtasis por los fanáticos más acérrimos y hasta varios jóvenes que se propusieron escuchar a la banda desde la calle. Estas canciones, ausentes de los setlists por años, cobraron nueva vida en el escenario de Calle 2 y cerraron el show de poco más de una hora y cuarto de intensidad pura.
Slipknot tiene otra cita con el público mexicano este sábado, en el Parque Bicentenario de la Ciudad de México.
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