La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) bajó ayer su tasa de interés objetivo en un cuarto de punto porcentual al rango de entre 4.50 y 4.75 por ciento.
La decisión fue unánime, con 12 votos, y siguió a un recorte de medio punto en septiembre.
El nuevo recorte se justificó, indicó el Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed, para cumplir con su doble mandato de mantener precios estables y maximizar el empleo.
Pero se eliminó el texto de su declaración de septiembre de que había "ganado mayor confianza" en que la inflación avanzaba hacia su objetivo de 2.0 por ciento.
Ahora se limitó a señalar que la inflación simplemente había "avanzado" hacia el objetivo, suavizando el mensaje de que vendría una serie seguida de recortes, incluso de mayor magnitud.
La inflación en Estados Unidos, basada en el índice preferido de la Fed, el PCE, fue de 2.1 por ciento anual en septiembre, pero la subyacente, que excluye los precios volátiles de los alimentos y la energía, fue de 2.7 por ciento.
Algunos analistas advirtieron que la victoria electoral de Donald Trump esta semana tiene el potencial de cambiar las perspectivas económicas para el 2025, pues implicarían presiones inflacionarias por el recorte de impuestos y la imposición de aranceles.
Ante esto, la Fed podría ser más cauta en hacer recortes a su tasa de interés.
Trump ha criticado repetidamente al presidente de la Fed, Jerome Powell, por la escalada en la tasa que lideró desde el 2022 y que la llevó desde el rango de entre 0 y 0.25 por ciento hasta 5.25 y 5.50, antes del recorte de septiembre pasado.
Ayer, ante preguntas sobre las elecciones, Powell se abstuvo de contestar temas políticos, pero afirmó que no estaría dispuesto a renunciar a la presidencia de la Fed si se lo pidieran. Su mandato termina en mayo del 2026.