Los muertos del tribunal

Han pasado algunos días que festejamos la vida de quienes volaron al universo. Aquellos que montaron y pusieron en sus hogares un altar de muertos, lo hicieron con lo mejor de los deseos de sentir espiritualmente a sus seres queridos que partieron a un plano terrenal diferente, sentimos su presencia recordando juntos aquellos días felices en vida, llegaron y partieron, hasta el próximo año sabiendo que siempre serán recordados y amados.

Dice la tradición que el altar es para que encuentren las almas el camino a este puerto terrenal, exclusivo de aquellos que son recordados, tal vez otros su recuerdo se perdió, se olvidó entre los años o el descuido de familiares y amigos, su espíritu ya no es llamado, se quedó en la luz que algún día se lo llevó y ya nunca regresará, a menos que alguien lo recuerde. Así transcurrieron estas fechas fascinantes, con nostalgia, alegría y tradición.

Durante este tiempo, algunos muertos vivientes, como sombras densas al acecho, agazapados entre la confusión y el engaño, trataron de perturbar, la nueva democracia mexicana, hecha por los mexicanos, solo para nosotros. Aquella democracia construida para el beneficio de pocos, subrayada con privilegios, canonjías e impunidad no existe más. Estos muertos judiciales no supieron llegar, perdieron el camino hace mucho tiempo, no se dedicaron a construir, solo a destruir, tuvieron un altar para ellos, un altar en vida, cuarenta años de saqueo, de desmoronamiento de la riqueza nacional, guardaban para ellos la justicia, que hoy se corrompe al mejor postor. ¿Por qué muertos viviente y no muertos muertos?  Porque creyeron influir en al espíritu mayoritario del pueblo y solo se quedaron solos, sin el apoyo de nadie, en soledad, solo gusanos y su carne para protestar.

 “Algunos trabajan para hacer más ricos a los ricos y otros para hacer menos pobres a los pobres”

 A referencia del Poder Judicial habría mucho que discutir, mejor dicho, debatir, solo se debate cuando hay dos ideas, pero solo existió una, la de la cuarta transformación, oficialista y todo, pero solo hubo una, si, como se escribe, una sola. La 4T presentó desde febrero de este año la reforma al Poder Judicial, aun no sabían que tendrían la mayoría en las cámaras de diputados y senadores, la oposición la ignoró, tal vez confiados en su triunfo o de plano un desliz que les costó ser minoría, nunca se pronunciaron, su candidata opositora, dejó pasar su “oportunidad” y con el tiempo, con los resultados ya conocidos, todo les fue ridículamente adverso. Con sus representantes conservadores instalados en las cámaras (98% plurinominales), entraron a la discusión de la reforma, de 36 oradores quienes ratificaban su propuesta, eran los morenistas y aliado, pero nunca, hubo, existió, o presentaron, una sola contrapropuesta, solo resistencia, enfrentamiento, obstrucción, nos hubiera gustado a los ciudadanos ver a los opositores presentar una propuesta del PRIAN o de Movimiento Ciudadano, un partido erróneamente aliado con la derecha conservadora, de esta manera tendríamos una balanza, donde nosotros podríamos comparar.

De pena, la oposición continúa con su postura destructiva, poco afín a los deseos de la mayoría, por cierto y en esa hecatombe de imbecilidades, “los plurinominales” conservadores sobre todo panistas, hacían referencia que 36 millones de votos, no eran suficientes para “pasar por encima del pueblo”, “pues somos una población de casi 130 millones”, decían, pero  cuando uno de sus defensores comunicadores nacionales, un tal Gómez Leyva, divulgó la encuesta de El Financiero, cómplice de la resistencia ridícula. 49% está de acuerdo con la Reforma, 23% en contra, el resto no sabía.

No hay nada más absurdo e incongruente de todo lo vertido aquí, a ellos “pluris“, nadie los eligió, su partido les regaló la curul, así, se ostentan como representantes del pueblo. Algo hay que cambiar, esperamos con ansia la desaparición de los plurinominales.

Los colmos.

Un ministro, de apellido González y de nombre Juan Luis, tuvo la “magnífica idea” de presentar una controversia constitucional, para “negociar” una salida digna de esta crisis, según él, claro. El pueblo conservador daba de brincos, pues se aceptaba la reforma propuesta, menos la elección de jueces y magistrados, 350 hojas para darle entrada a la discusión, muchas hojas que pocos leyeron, desde su inicio fantasías jurídicas, ridiculeces.  Como aquella sobre la Constitución de 1917, “no pueden romperse sus preceptos”, porque aun siendo mayoría Morena, ellos no sustituyen la soberanía nacional, o sea que los habitantes y constitucionalistas del ayer, predecían el futuro y eran intocables sus palabras. En la Corte previa a la discusión, habían determinado que una reforma constitucional, no podía ser objeto jurídico de impugnación, por lo tanto, no puede ser inconstitucional, aun con todo esto le dieron entrada, ¡vaya magistrados!

La banda, que no bandidos, bueno, quien sabe, se dio a la tarea de solo tomar en cuenta para sus entrevistas a abogados, jueces, magistrados, todos coludidos con le prianismo, comunicadores no se cansaron de dar foro a cuanto jurista anti reforma se encontraban, algo estaban haciendo mal, repitiendo la fórmula de atacar sin profundizar, como el siguiente ejemplo. La Corte con sus ocho ministros podía haber invalidado parte de la reforma, se requería ese numero de votos, pero ¡oh sorpresa! Durante la discusión la presidenta Norma Piña, en su afán golpista, propuso que solo votaran 6, ya que la nueva reforma así lo establece, ¡el cinismo en su más pura concepción!, quería valerse de la nueva reforma donde solo se contará con 9 ministros y 6 votos son suficientes para invalidar alguna controversia constitucional, ¡cómo! ¡el colmo! quiso la presidenta de la SCJN dar machetazo; de la reforma que ellos se oponen y quisieron invalidar, la querían hacer efectiva, como llamaríamos a esto, desesperación, gandallas, anti naturales, golpistas. ¿Por qué el conservadorismo aliado de comunicadores no destacó este acto desdeñable?

La Reforma al Poder Judicial, tiene imperfecciones, pero nunca en los últimos años, se había tomado la batuta. No permitamos que la desinformación y la difusión negativa, reconocida por su oposición a todo, nos altere el animo de que tenemos que cambiar, otros tuvieron su oportunidad de hacerlo, simplemente ignoraron los reclamos de justicia y cero impunidades.

Nos saludamos pronto.

Oscar Esquivel