Varios líderes europeos quitaron importancia a la crisis en Alemania provocada tras la ruptura de la coalición de Gobierno y mostraron su confianza en que el país recupere pronto la estabilidad política que necesita para ser un actor "fuerte" en Europa.
"Necesitamos un gobierno alemán fuerte y unido y necesitamos una Alemania fuerte en la Unión Europea", dijo a su llegada a la cumbre europea el primer ministro finlandés, Petteri Orpo, quien confió en que celebren elecciones "pronto, como parece", porque el bloque tiene debates "muy importantes" sobre la mesa para los próximos meses.
El primer ministro de Luxemburgo, Luc Frieden, recordó que en sus tres países vecinos, Alemania, Francia y Bélgica, no hay actualmente ningún gobierno con mayoría parlamentaria, lo que calificó como "una situación indeseable".
"Por eso, espero que rápidamente volvamos a ver una mayoría en todos estos Estados miembros de la Unión Europea, mayorías fuertes para que podamos profundizar y unirnos como Unión Europea y también encontrar respuestas comunes a las grandes cuestiones de nuestro tiempo, que estamos debatiendo aquí, como nuestras relaciones con América, Ucrania y los Balcanes".
Por su parte, el primer ministro belga en funciones, Alexander De Croo, reconoció que cuando colapsa un gobierno siempre es "un momento difícil", pero "cuando hay 27 países, siempre hay algún lugar en Europa donde se está produciendo una transición política".
"Alemania, por supuesto, es el motor económico del club europeo. Pero no lo dramatizaría (...) Eso no significa que detenga la economía europea o que detenga la influencia que tiene Alemania", dijo De Croo.
También se pronunció al respecto la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, quien pidió "estabilidad política" y "actuar con responsabilidad" a todos los actores". "Europa no es fuerte sin una Alemania fuerte", dijo la política maltesa.
En esta primera cumbre de Budapest participaron también primeros ministros de países que no forman parte de la UE y, entre ellos, el noruego Jonas Gahr Store quitó transcendencia a la repercusión que la crisis política en Alemania pueda tener en la OTAN.
"Creo que las democracias pasan por ciclos y por diferentes momentos difíciles. Esa es la naturaleza de la OTAN. Somos 32 democracias. Tenemos elecciones. Tenemos realidades de vida política. Creo que en los principales círculos de la política alemana, hay un fuerte compromiso con la OTAN", señaló.
De hecho, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, se mostró convencido de que Berlín será capaz de cumplir con sus obligaciones en materia de política exterior y defensa.
“No estoy preocupado por eso. (El canciller alemán) Olaf Scholz es un líder fuerte, lo sé muy bien. Así que creo que navegará durante los próximos meses asegurándose de que Alemania desempeña su papel en la escena mundial”, concluyó.
"No pienso que (la crisis) genere problemas para la unidad europea pero espero que en adelante Alemania vuelva a una senda estable pronto", afirmó el primer ministro de Liechtenstein, Daniel Risch.