Lupillo González | 06/11/2024 | 19:13
DURANTE EL PASADO SEXENIO, mucho se habló del riesgo de que México se convirtiera en algo similar a Venezuela. Mucha gente se mofó del concepto y fue muy común ver a personajes afines a la llamada “cuarta transformación”, que cuestionaban ¿No que íbamos a estar como Venezuela y ya ven no pasó nada?
LA RESPUESTA ES SIMPLE, NO SE vieron grandes modificaciones al sistema porque simplemente López Obrador no tuvo la mayoría absoluta en las cámaras de Diputados y Senadores, la oposición y el Poder Judicial pudieron contener sus iniciativas. Por eso jamás dimos avances para la “venezuelización”.
PERO, AHÍ VIENE EL PERO, TRAS LA elección presidencial del pasado 2 de junio, Morena y sus aliados, obviamente utilizando todo el poder del estado, hicieron una operación al mero PRI de los años setentas y consiguieron apoderarse ahora sí de todo.
CON ARGUCIAS, MAÑAS, amenazas, chantajes y sucios acuerdos, terminaron logrando una mayoría en ambas cámaras. Ahora sí con todo el poder, en tiempo récord le han aprobado todas las iniciativas que les encargó López Obrador.
Y AHORA SÍ, UNO DE LOS GOLPES más duros que ha logrado dar la 4T es que se aprobara la Reforma Judicial y así poder, paso a paso, irse apoderando del Poder Judicial, amenazando el equilibrio de poderes. Exactamente como lo hizo Venezuela, debilitar al Poder Judicial y hacer modificaciones inatacables a la Constitución.
YA PLANEAN UNA DESCOMUNAL Y millonaria elección para el año entrante, que costaría 13 mil millones de pesos para llevar a las urnas la elección de jueces, magistrados y ministros.
DE ANTEMANO SE SABE CÓMO operará el oficialismo y cuántos de sus personajes van a ganar las elecciones casi por mandato de la cúpula, operando con reparto de despensas y coaccionando a los votantes con los programas sociales.
ASÍ QUE NO OLVIDEMOS CÓMO Nicolás Maduro ha consolidado su control sobre el Poder Judicial en Venezuela, mediante varias estrategias clave como el nombramiento de jueces afines, asegurando decisiones favorables a su gobierno.
TRAS LAS ELECCIONES LEGISLATIVAS de 2015, donde la oposición obtuvo mayoría en la Asamblea Nacional, el Tribunal Supremo de Justicia, alineado con Maduro, declaró en desacato al parlamento, anulando sus decisiones y limitando su influencia.
EN 2017, MADURO IMPULSÓ LA formación de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), un órgano paralelo que asumió funciones legislativas, desplazando a la Asamblea Nacional controlada por la oposición y consolidando el Poder Ejecutivo sobre el Legislativo.
Y OBVIAMENTE, EL DICTADOR HA utilizado el sistema judicial para procesar y encarcelar a líderes opositores, debilitando la disidencia política y reforzando su control.
ESTAS ACCIONES HAN PERMITIDO a Maduro mantener una influencia significativa sobre el Poder Judicial, consolidando su autoridad y limitando los contrapesos institucionales en Venezuela.
POR ESO CON PREOCUPACIÓN expongo y pregunto, no somos Venezuela ¿Aún?