La televisión estatal china CCTV estrena este martes una serie histórica sobre Xi Zhongxun (1913-2002), el padre del presidente del país, Xi Jinping, que fue vice primer ministro entre 1959 y 1962, purgado durante la Revolución Cultural y rehabilitado en 1975.
La serie recorre en 40 episodios unos 25 años de la vida de Xi padre, desde 1927 hasta 1952, en los que narra cómo pasó de ser hijo de campesinos en la provincia de Shaanxi (centro) a "liderar la revolución" del Partido Comunista (PCCh) en el noroeste del país.
Según la cadena, la serie se centra en "los esfuerzos de Xi para movilizar a las masas" y ayudar a establecer una base comunista.
Xi Zhongxun es retratado como "leal al Partido, comprometido con sus creencias, pragmático y profundamente conectado con las masas", reza la sinopsis ofrecida por la televisión, que agrega que la serie trata "las hazañas de pioneros revolucionarios que tenían la creencia de que solo el comunismo podía salvar a China".
"A partir de ahí, se desarrolla una epopeya heroica que refleja a una persona a altura del pueblo" con "un estilo realista que respeta la historia".
La seria llega en un contexto en el que su hijo y hoy día presidente, Xi Jinping, ha pedido máxima obediencia y unidad en el seno del PCCh, además de exigir que se defiendan "valores tradicionales" como la familia y el patriotismo.
No obstante, la serie no narra cómo el padre de Xi fue purgado en 1962, encarcelado y perseguido durante la Revolución Cultural (1966-76). No fue rehabilitado hasta 1975 con la llegada de líderes que también habían sido purgados como Deng Xiaoping, a quien Xi convenció de que la provincia de Cantón, en el sur, debía tomar sus propias decisiones para atraer inversión extranjera.
Según el diario South China Morning Post, una de las principales publicaciones del PCCh recogió elogios de Xi Jinping hacia su padre "por mantenerse fiel al Partido en los tiempos más difíciles".
Xi también conserva una foto de Xi Zhongxun en su oficina, así como de su madre Qi Xin, según se ha podido ver en los discursos que ofrece a la nación cada año en la víspera de Año Nuevo.
Para muchos analistas, una de las claves del ascenso de Xi fue la figura de su padre, altamente valorado en el Partido, que le valió para conseguir en 2012 la secretaría general de la formación y, al año siguiente, la presidencia del país bajo la promesa de combatir la corrupción imperante, aunque sus críticos aseveran que usó esa estrategia para erosionar a sus rivales.
El PCCh buscaba un liderazgo fuerte y lo apostó todo a la carta de Xi, quien promovió un culto a su personalidad enterrando las reformas que Deng introdujo en 1982 y que durante décadas estructuraron un poder colegiado y limitado que evitara los excesos de la era de Mao.
Aunque el culto a la personalidad ha existido hacia otros líderes chinos, como el carismático Jiang Zemin, Xi comenzó a promocionar guías teóricas que anunciaban la llegada de una "nueva era" en la que China se modernizaría para 2049, año en que la República Popular conmemorará su centenario.