El control de las Cámaras del Congreso estadounidense está en el aire y con ello el poder de aprobar o bloquear nuevas leyes o iniciativas. Se espera que las elecciones legislativas de esta noche, así como las presidenciales, sean una contienda al límite, con carreras reñidas que se definan hasta el último momento.
Encuestas recientes muestran que los comicios de este año pueden producir algo nunca antes visto en la historia de Estados Unidos: que ambos recintos cambien de lado en un mismo ciclo.
La Cámara de Representantes podría pasar del control republicano al demócrata, mientras que el Senado podría pasar del lado demócrata al republicano.
Estos posibles cambios de liderazgo en los recintos, junto con las carreras tan reñidas, atizan la tensión política en el Capitolio y otorgan a los comicios legislativos una importancia igual o mayor que las presidenciales, según especialistas consultados por Grupo REFORMA.
"¿Por qué es importante la elección del Congreso? Porque es un contrapeso importante para la Presidencia, para el Poder Ejecutivo", indicó la doctora Xochitl Pimienta, directora Regional del Departamento de Relaciones Internacionales y Ciencia Política del Tecnológico de Monterrey Campus Ciudad de México.
"Las elecciones legislativas en Estados Unidos siempre han tenido un peso específico, pero ahora creo que van a ser decisivas".
En la Cámara de Representantes, que se renueva cada dos años, están en juego los 435 asientos. En la actualidad, los republicanos cuentan con 220 bancas, en comparación con las 212 de los demócratas.
En el Senado, por su parte, se renueva sólo un tercio de los 100 escaños, es decir, 34. Todos los legisladores del recinto son elegidos por un periodo de seis años, pero sus mandatos son escalonados, lo que significa que un tercio de ellos se presenta a elecciones cada dos años.
La composición actual de la también llamada Cámara Alta se inclina levemente a los demócratas, quienes tienen 51 bancas por 49 de los republicanos.
"Hay que tomar en cuenta que la tendencia de la mayoría es votar por un solo partido. Eso significa que (las elecciones legislativas) están igual de cerradas que las presidenciales, en las que tenemos un empate técnico, sin ganador claro. También la elección del Congreso se va a definir hasta el último momento", estimó Estefanía Cruz, doctora en Política, Políticas Públicas y Relaciones Internacionales e investigadora de la UNAM.
Las consecuencias de los resultados de los comicios se notarán de inmediato, de acuerdo con las especialistas. Está en juego el poder de aprobar o bloquear nuevas leyes o iniciativas -por ejemplo referentes a migración o salud-, avalar el presupuesto y nivel de endeudamiento del país e incluso la posibilidad de enjuiciar a funcionarios federales.
"El éxito o el fracaso de un Presidente de Estados Unidos se mide a partir de los primeros 100 días de Gobierno, las cosas que puede realizar en ese tiempo. Para eso es necesario que tenga un Congreso con mayoría, para que pueda pasar sus reformas más importantes. Es el periodo en el que (el Mandatario) tiene más legitimidad, más consenso y por lo tanto, es cuando debería de empujar sus iniciativas más importantes", apuntó Cruz.
"El tema clave es el presupuesto. En Estados Unidos el presupuesto y el techo de endeudamiento depende del Congreso. (Por ejemplo) cuando Trump llega a la Presidencia, no tiene mayoría, y una de sus principales promesas era construir el muro con México. Él pidió que se le asigne presupuesto para construir el muro y fue bloqueado por el Congreso. Después, buscó utilizar el fondo de emergencias y fue bloqueado por el Congreso. Al final sólo puedo disponer de una cantidad mínima. Ahí vemos lo importante que es el Legislativo".
Escenarios
Para Pimienta, hay múltiples desenlaces posibles en la Cámara Baja y el Senado por las carreras tan cerradas. Sin embargo, apuntó que los demócratas tienen más que perder y que las posibilidades de Harris -si gana- de tener control total del Capitolio parecen lejanas.
"Si gana Kamala posiblemente el Senado va a pasar a control republicano y la Cámara bajo control demócrata. Al contrario, si gana Trump, creo que podría tener el control unificado en ambos recintos porque va a generar un efecto de arrastre.
"(En ese último escenario) el ex Presidente va a poder aplicar casi libremente aplicar sus políticas. ¿Por qué digo casi libremente? Porque no sería la primera vez que tendría resistencia de su propio partido", indicó Pimienta.
Y ante una carrera por la Casa Blanca sumamente cerrada, el nuevo Congreso podría terminar decidiendo al nuevo Presidente y Vicepresidente, advirtió la especialista del Tec.
"Si llegara a darse la situación de que hay un empate -como dicen algunas encuestas- la Cámara Baja tiene que votar a qué candidato quiere para Presidente y el Senado al Vicepresidente.
"Entonces, (las legislativas) se vuelven una elección muy importante", señaló Pimienta.
Hora de negociar Para Cruz, un factor importante para Harris o Trump -según quién gane la Casa Blanca- es su capacidad de negociación y cooperación ante un potencial nuevo Congreso dividido.
"Si nada más tienes una Cámara a tu favor, pues definitivamente no vas a poder hacer muchos cambios. Habrá que hacer mucha labor de cabildeo, muchas alianzas. Es posible que ninguno de los dos candidatos se lleve los dos recintos", valoró la especialista.
"Trump lo que promete es la reducción de impuestos sobre todo del corporativo, que es de la principal fuente de financiamiento del Gobierno. Si busca en su primer año reducir ese gravamen, significa que el Congreso debería avalarle un aumento del techo de deuda. Y en el caso de Harris es lo mismo: promete ayuda a las familias con niños, ayuda a las personas que van a comprar su primera vivienda, y eso evidentemente se tiene que pagar con deuda. Dice que lo va a recolectar de aumento de impuestos, pero es probable que también se cubra con deuda".
En ese sentido, Pimienta ve un Congreso con Trump más dividido incluso entre republicanos, que lo puedan o no apoyar, y con Harris pronostica "un poquito más" de cooperación.