Agencia Reforma | 04/11/2024 | 10:32
En México, la caída en las producciones de trigo y arroz apunta a una mayor dependencia a las importaciones, en medio de políticas públicas que no definen con claridad una ruta de solución.
En el caso del arroz, mientras que en 2020 se cosecharon 300 mil toneladas, en 2023 sólo se obtuvieron 250 mil y para el cierre de este año, la previsión es que México produzca unas 260 mil toneladas, según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
Al mismo tiempo, las importaciones de este cereal cada vez son mayores. Sólo en 2023, México importó más de 950 mil toneladas de arroz, mientras que la expectativa es de 1.2 millones de toneladas.
Por lo tanto, el consumo nacional depende en casi 80 por ciento del exterior, de acuerdo con el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
Para el trigo, cuya principal cosecha se da en Sonora, este año se espera una caída de 24 por ciento en la producción nacional, con 2.6 millones de toneladas.
En contraste, el año pasado se importaron 5.3 millones de toneladas, mientras que al cierre de 2024, se esperan 5.8 millones, es decir, 10 por ciento más.
Así, en el caso del trigo, el consumo mexicano depende en cerca de 65 por ciento de las importaciones.
En su presentación en el cargo, en la conferencia matutina de Presidencia, Julio Berdegué, titular de la Secretaría de Agricultura, llamó a aumentar la producción de maíz y frijol, principalmente, así como de otros productos, por medio de programas como Producción para el Bienestar y entrega de fertilizantes.
Sin embargo, Juan Carlos Anaya, titular del GCMA, consideró que las políticas públicas deben presentar estrategias claras para atender especialmente al arroz y trigo, ya que son parte de la dieta básica de la población y su proceso de producción es retador.
Mientras que en maíz blanco -para consumo humano- y frijol no hay problemas de autosuficiencia.
"En México, el arroz tiene un problema, requiere mucha agua, así que por más que se quiere aumentar la producción, se necesita que se desarrollen distritos de riego.
"Se requiere crear los distritos y luego crear esquemas para que el productor se tecnifique", explicó Anaya.
Anaya consideró que incluso casos como la cebolla, el jitomate y el chile, hortalizas que desde la política pública se busca impulsar por su alto consumo, no requieren apoyo, debido a que son de los sectores productivos más fuertes del País.
"El problema lo tenemos en granos básicos y el gran tema que trae todo el sector es por inseguridad.
"Para toda la agroindustria el tema principal es la inseguridad, robos y extorsión", aseveró el titular del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas.
Por su parte, Nery Echeverria, líder de Semillas y Protección de Cultivos y Granos para Latinoamérica Norte en Bayer México, consideró que para impulsar la producción nacional de cualquier cultivo es urgente invertir en semillas, tecnificación y manejo de agua.
"Hay mucho avance y tecnología en hortalizas, en general, yo creería que, pensando en lo que se consume en el País, maíz, frijol, es importante, pero hay poco hecho en trigo y es un cultivo que tiene relevancia, ahí podría hacer más.
"En los planes del Gobierno, hay algo de arroz, pero se importa más de 90 por ciento de lo que se consume, si queremos incrementar la soberanía alimentaria en un cultivo como arroz se necesita invertir no solo en semillas, hay que adoptar en adopción de tecnología", expresó el directivo de Bayer.
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