La gira de reunión de Oasis en 2025 ha causado gran revuelo entre los fans, y no solo por el regreso de la banda. Más de 50,000 boletos que fueron vendidos en sitios de reventa serán cancelados, según confirmaron los promotores Live Nation y SJM a la BBC.
Estas entradas, adquiridas a precios inflados, serán invalidadas y volverán a estar disponibles a precio de venta oficial en Ticketmaster.
Medidas para combatir la reventa
El proceso de venta de boletos en el Reino Unido fue un caos total, ya que la demanda superó ampliamente la oferta. Aunque se pusieron a la venta alrededor de 1.4 millones de entradas, más de 10 millones de fans intentaron comprarlas desde 158 países, lo que llevó a que los boletos se agotaran en cuestión de horas y al surgimiento de tickets en reventa a precios exorbitantes.
Para evitar la reventa descontrolada, los organizadores implementaron restricciones, indicando que los boletos solo podían ser comprados a precio oficial en Ticketmaster o en la plataforma de reventa autorizada Twickets.
Sin embargo, alrededor del 4% de los boletos —unos 50,000— terminaron en sitios no autorizados. En los próximos días, los promotores cancelarán esas entradas, y cualquier fan que crea que su boleto fue cancelado por error podrá contactar a la empresa para investigar su caso.
“Estas condiciones se implementaron para combatir la reventa no autorizada y proteger a los fans de precios abusivos. Solo el 4% de los boletos terminó en sitios de reventa no oficiales, una cifra baja en comparación con otras giras donde este número puede alcanzar hasta el 20%‘’, declaró un portavoz.
Sin embargo, Viagogo, una popular plataforma de reventa en el Reino Unido, declaró a la BBC que continuará vendiendo entradas de Oasis, amparándose en las regulaciones actuales. “Estamos cubriendo una necesidad del consumidor y lo seguiremos haciendo”, señaló un representante de la compañía.
El mes pasado, Oasis también anunció que no utilizarán el modelo de precios dinámicos de Ticketmaster, que ajusta el precio en función de la demanda, para la parte estadounidense de su gira. Este modelo ha sido muy criticado, especialmente desde que causó un escándalo en la gira de Bruce Springsteen en 2022, cuando los precios alcanzaron cifras desorbitantes.