Las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera alcanzaron un nuevo récord en 2023, lo que provocará inevitablemente aumentos de temperatura en los próximos años.
Los niveles de los tres principales gases de efecto invernadero (el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso, que contribuyen al calentamiento climático) volvieron a aumentar el año pasado, según la Organización Meteorológica Mundial (Omm).
Esta agencia de la ONU señaló que la acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera nunca antes había sido tan rápida, con un aumento de más del 10 por ciento en dos décadas.
"Otro año, otro récord. Esto debería hacer saltar las alarmas entre las instancias decisorias. No hay duda de que estamos muy lejos de cumplir el objetivo del Acuerdo de París" sobre el clima de 2015, declaró Celeste Saulo, secretaria general de la Omm.
En aquel momento, los países acordaron limitar el calentamiento global a menos de 2 ºC respecto a los niveles preindustriales, e incluso a 1.5 ºC si fuera posible.
El Boletín de la Omm sobre los Gases de Efecto Invernadero, un reporte anual, se publica en vísperas de la COP29, la próxima cumbre de la ONU sobre el clima, que se celebrará del 11 al 22 de noviembre en Bakú, Azerbaiyán.
Mientras continúen las emisiones, los gases de efecto invernadero seguirán acumulándose en la atmósfera, aumentando las temperaturas, aseguró la Omm.
Teniendo en cuenta el tiempo que dura el CO2 en la atmósfera, los niveles actuales de temperatura se mantendrán durante décadas, incluso si las emisiones disminuyen rápidamente hasta llegar al cero neto.
En 2023, la concentración de CO2 alcanzó 420 partes por millón (ppm), la de metano mil 934 partes por mil millones (ppb) y la de óxido nitroso 336 ppb.
Esto supone un aumento respecto a los niveles preindustriales (antes de 1750) del 151 por ciento, 265 por ciento y 125 por ciento, respectivamente.