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La Voz de.. Es tarea ciudadana producir democracia

Plano Informativo | 27/10/2024 | 04:58

Apáticos no puede aspirar a un crecimiento colectivo

El abogado y analista Ángel Candia Pardo, se refirió a la famosa sentencia de Joseph de Maistre, respecto a que “Cada pueblo tiene el gobierno que se merece”, y comparándola con otros famosos pensadores llegó a la conclusión de que quien fue más acertado en sus estudios sobre este tema fue el ruso Fiódor Dostoyevski, aunque esto no le quita veracidad a lo dicho por Maistre.

Señala Candia Pardo que “Dostoyevsky decía que el nivel más alto de personalidad al que un individuo puede anhelar es el sentido de la hermandad. Si no existe un crecimiento personal, si se es egoísta con el conciudadano o si se es apático a otras realidades, no se puede aspirar a un crecimiento colectivo. Si no realizamos esta revaloración, quizá seguiremos teniendo los gobiernos que hasta ahora hemos tenido y que por ende sí se parecen a los que nos hemos merecido”.

Y cuestionó que “Josep de Mastré dijo que cada pueblo tiene los gobernantes que se merecen. ¿Será esta una afirmación verdadera en forma absoluta? Vamos a analizarlo. Desde pensar que en una ciudadanía que se atribuye el lugar de víctima, porque antes de aceptar y acoger sus responsabilidades propias, las dirige a una sociedad en general sin cuerpo. O pensar que la calidad democrática de un gobierno es causada por la fuerza o debilidad de la participación ciudadana”.

 

La de Maistre es una frase que evita la victimización

Detalló Ángel Candia que “Son estas dos caras las que analiza Jorge Francisco Aguirre Sala, cuando pone en balance la calidad de la ciudadanía con la calidad de la democracia, existentes en un momento y en un lugar determinados. Y así nos dice que la calidad de la ciudadanía está condicionada por los medios de participación institucionalizados y reconocidos jurídicamente, que permiten a los ciudadanos generar, desarrollar y utilizar la organización democrática”.

Es decir, agregó, que la calidad de la ciudadanía gravita principalmente en la participación y la calidad de la democracia está estructurada por los espacios políticos que le permiten la participación a la ciudadanía. Según el abogado Marco Antonio Naranjo, esta frase de que el pueblo tiene el gobierno que se merece, es una frase que evita la victimización, que fomenta el sentido de responsabilidad y estimula el pensamiento crítico”.

Consideró que “Dicho actor nos dice que hay que buscar en la responsabilidad nuestra propia individualidad antes que en la responsabilidad colectiva, la que al juntarse puede acarrear hasta las más horrorosas situaciones. Nos dice que cuando Josep de Mastrella externó, lo que hacía era de algún modo un llamado de atención al pueblo, un llamado de atención que incitaba la reflexión acerca de los gobernantes que el mismo pueblo había elegido. Dicho actor nos dice que hay que buscar en la responsabilidad nuestra propia individualidad antes que en la responsabilidad colectiva, la que al juntarse puede acarrear hasta las más horrorosas situaciones”.

 

Holocausto fue posible por indiferencia de las sociedades

Ángel Candia señaló que “Por ejemplo, nos dice que en los archivos del holocausto existe evidencia suficiente de que el genocidio de los judíos se dio no solo por culpa de los nazis, sino también por la impavidez del pueblo, o más bien de muchos pueblos. Y todo ello para concluir con Dayong en la autoreflexión que es una capacidad propia y esencial de la humanidad, por lo que al examinar este tema debe empezarse por acoger y aceptar nuestras responsabilidades propias. Pero entonces, en materia de democracia, ¿quién o quiénes son los sujetos de esas responsabilidades? En mi opinión hay tres principales responsables, el gobierno, la sociedad y el individuo”.

Agregó que “El gobierno, siguiendo con Jorge Aguirre Sala, es responsable de crear un modelo de democracia donde existan y se fortalezcan la transparencia, la rendición de cuentas, la consulta popular, la claridad y legalidad de los procesos electorales, un estado de derecho fuerte, asentado e indiscutible, leyes prospectivas, abiertas y claras, construidas con reglas transparentes y estables, donde sea indiscutible la independencia entre los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, y contando con tribunales que hagan accesible a cualquier ciudadano el acceso a la administración de justicia con el poder suficiente para revisar, confirmar o revocar los actos de gobierno”.

En lo que respecta a la sociedad, dijo, “Como segundo responsable, tiene la responsabilidad de organizarse para su mayor participación en las cosas de la comunidad, generando instituciones privadas fuertes, resistentes y capaces, tanto para promover iniciativas y acciones comunitarias y lograr su actualización, como para contrarrestar en su caso las malas decisiones del gobierno y ser un elemento con voz efectiva y con peso político”.

El analista dijo que “Por su parte, el individuo, en lo particular, tiene la responsabilidad de participar en esas formas de organización social, de participar activamente en ellas y siempre ser un sujeto activo en los procesos electorales, plebiscitos, referéndums, revocatoria de mandato y otras que nos dan”.

 

Democracia y ciudadanía están en peligro de extinción

Candia Pardo señaló que “Todas esas responsabilidades, de todas estas partes involucradas, debidamente fundamentadas en valores individuales y sociales comúnmente aceptados, como, por ejemplo, el irrestricto derecho a la vida, la libertad de los derechos humanos, el estado de derecho en sus más amplias concepciones, etc. Y al calor de estos principios fundamentales, y dependiendo la fuerza o debilidad de la participación ciudadana, estará calificada la calidad de la democracia. Y entonces, para concluir con Aguirre Sala, si la tarea ciudadana es producir democracia para que ésta, a su vez, genere ciudadanos, ciudadanía y democracia no son realidades dadas y consumadas, sino fenómenos que están siempre en construcción”.

No obstante, dijo, también están en peligro de extinción si la participación ciudadana no edifica un régimen democrático o si la organización democrática no promueve la actividad ciudadana. Sin embargo, a veces esas fallas en la construcción de las democracias tienen su razón en la educación, en la cultura, en la calidad de la información de que se dispone. Cuando un pueblo es mayoritariamente inculto, apático o mal informado, su democracia se verá afectada negativamente”.

 

Un político no sale de la nada

El abogado potosino dijo que “Sea cual sea la razón, lo cierto es que un dirigente o un político no sale de la nada, sino que es producto de un ambiente histórico, cultural y social. Ya sea que sean unos corruptos, incompetentes, fracasados, estos políticos no nos cayeron del cielo ni vinieron de Marte. Son mexicanos que llegaron ahí por la fuerza de los votos, racionales o irracionales, cobardes o valientes, pero votos”.

Consideró que la responsabilidad recae en la apatía y desinterés de la sociedad, y en todo caso de la falta o desprecio a los valores profundos y comunes que toda sociedad debe defender hasta sus últimas instancias. Yo por eso creo que no podemos cambiar una constitución política al solo contentillo de un grupo de personas asociados a sus propios intereses. Porque la constitución es la caja fuerte que resguarda los valores que defendemos como sociedad”.

Y agregó que “De la defensa de esos valores va a depender todo lo demás. Entonces, ¿qué hacer en estos tiempos de crisis? Primero que nada una reevaluación de los valores que queremos defender. Primero como individuos y después como sociedad”.