Lo primero que necesitas saber, para que te quede claro de inmediato, es que a ningún jefe o encargado le agrada que alguno de sus trabajadores solicite un permiso para ausentarse. Sin embargo, la mayoría entiende que esto puede ocurrir y que por ley están en la obligación de concederlo, sobre todo cuando se trata de una convalecencia, emergencias personales o trámites urgentes.
Pero existen ciertos errores que pueden cometerse al momento de pedir un permiso para faltar al trabajo, que no significa que no vayas a obtenerlo, pero podrías quedar mal parado o pasar una vergüenza que pudiste haberte evitado.
Todo trabajador tiene derecho a ausentarse de su trabajo cuando tiene los motivos que le obligan o le crean la necesidad de solicitar el permiso, pero pocos, muy pocos, llegan a hacerlo adecuadamente.
1.- Hacerlo el mismo día
Incluso pocos minutos antes de que inicie la jornada laboral o después de que haya comenzado. A menos que se trate de una emergencia, porque no podrías adivinar que esto suceda, es muy recomendable que tu ausencia sea lo más anticipada posible.
Por ejemplo, si sientes los primeros síntomas de un resfriado y por curso de la enfermedad, esto podría llevarte a la cama, lo mejor es que informes de esa posibilidad, de modo que al solicitar el permiso, ya hayas hecho un primer aviso.
Haz lo mismo con tus trámites. Aunque falte un mes, avísalo y ponlo en el calendario, recordándolo más adelante.
Un mensaje tipo “lo siento, hoy no podré asistir” suele caer bastante mal a cualquier gerente o encargado de grupo, precisamente por la inmediatez.
2.- No justificarlo médicamente, cuando se trata de salud
Suponiendo que no pudiste asistir por experimentar migraña, un resfriado u otra circunstancia de salud que no alarmante, siempre trata de justificarla a través de un médico.
Ve a un consultorio cercano, hazte un pequeño chequeo o al menos habla con tu primo que es internista para que te firme y selle una justificación médica de tu ausencia.
Una vez que vuelvas a la oficina, entrégala directamente a tu jefe y ganarás una credibilidad que hará olvidar tu ausencia.
La justificación médica es un papel que habla por ti, porque indica que estás incapacitado para ejercer tu trabajo en las próximas horas o días.
3.- Evita pedir permiso para los viernes
Una vez más, a menos que se trate de una emergencia, evita a toda costa que tu ausencia ocurra un viernes, porque muchos jefes pudieran pensar que estás tratando de conectar ese día con el fin de semana y obtener tres días libres.
Los martes, miércoles y jueves son los mejores días para solicitar una ausencia laboral.