Cuando tiene que describir su profesión, Andrés Baiz contesta directamente que se dedica a humanizar criminales, como hizo en Narcos, Narcos: México y Griselda, tradición a la que le da continuidad en su nueva película, Pimpinero: Sangre y Gasolina.
Pero en su nueva producción, estelarizada por Juanes, Alberto Guerra y Alejandro Speitzer, tuvo un cambio al no centrarse en grandes capos que marcaron la historia violenta de Latinoamérica, sino centrarse en pequeños contrabandistas.
En 2014, mientras filmaba Narcos en La Guajira, Colombia, el realizador vio pasar a toda velocidad unos autos cargados con bidones de gasolina, que después le explicaron eran "pimpineros".
El término describe a personas que cruzan la frontera entre Colombia y Venezuela para comprar combustible, mucho más barato por los subsidios, y regresan para revenderlo por más dinero, algo que Baiz quiso retratar.
"Fue muy diferente (a anteriores producciones) porque aquí los personajes no están basados en personas reales con nombre y apellido. A mí me fascinaba el oficio del contrabandista, del joven en su vehículo, y nunca lo juzgué.
"Para mí cualquier personaje hay que humanizarlo y encontrarle sus contradicciones, eso hace a cualquier personaje interesante. Hay oficios, que ética y moralmente, no se pueden poner de un lado u otro, hay que llegar desde el lado de la empatía", consideró Baiz.
La cinta, coescrita por María Camila Arias, se centra en tres hermanos pimpineros, que por encima de todo resaltan el amor entre ellos, y la cual fue presentada la noche de este miércoles en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).
El director acotó qué hay un giro radical y deja de ser una trama de acción y romance a una de venganza en tono de thriller, ya que se vuelve más oscura.
El cineasta, también detrás de Satanás y La Cara Oculta, acotó que su intención nunca está en darle glamour a los criminales, sino difundir que Latinoamérica es una región compleja y contradictoria, donde la gente lidia con problemas de inseguridad.
Gracias a su colaboración en Griselda, Guerra fue reclutado directamente sin casting y recomendó a Speitzer, quien incluso pidió a amigos maquillistas que le hicieran un tatuaje falso de Sol en el cuello, para ser aún más memorable en la audición.
"Me aferré a lo que tengo cerca. Soy de Sinaloa, entiendo de contrastes, lo bonito y oscuro de la vida, como a Juan (su personaje) en la historia. Pude tomar ciertas cosas de eso para plasmarlo en el personaje.
"La película toca temas muy jodidos, muy oscuros, pero transita por la familia, el amor, eso hace que como espectador conectes. Tengo un hermano mayor que adoro, uno le plasma esas cosas a los personajes", detalló el protagonista de Oscuro Deseo.
Juanes también fue buscado por Baiz, quien le ofreció el casting conquistado por su look. El intérprete de "La Camisa Negra" aceptó porque tenía tiempo con la inquietud de actuar.
Speitzer valoró coincidir con el cantante, de quien es tan fan que cuando tenía 14 años se brincó la barda de una universidad que había contratado al colombiano para cantarle a los graduados.
La cinta aún no tiene fecha de estreno en México, pero está prevista para llegar a Prime Video a finales de 2024.
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