Lupillo González | 23/10/2024 | 10:11
UNA BURLA. TAL COMO ERA DE esperarse, tras darle largas al asunto, finalmente la devaluada Contraloría Interna del Ayuntamiento de San Luis Potosí dio a conocer las insultantes y ridículas sanciones en contra de cuatro exfuncionarios del área de Comercio, relacionadas con la tragedia en el antro Rich, donde fallecieron dos jóvenes.
LA MEZQUINA "SANCIÓN" consistió en una inhabilitación de entre seis y doce meses como castigo por su grave negligencia, negligencia que resultó en la pérdida de vidas humanas.
LOS EXFUNCIONARIOS SABÍAN QUE su impunidad estaba asegurada y, en lugar de enfrentar un proceso judicial, pasarán unos meses "descansando" cómodamente. Es probable que sigan recibiendo su sueldo a través de algún prestanombres, una práctica tristemente común en el Ayuntamiento.
EL DESPACHO DE LOS HERMANOS Jorge Daniel y Nicolás Hernández Delgadillo se embolsará una buena cantidad de dinero por seguir llevando el caso de los ahora inhabilitados.
MIENTRAS TANTO, EL exsecretario del Ayuntamiento se ha trasladado a Interapas, una movida estratégica que, según él, le permitirá seguir involucrado en el tema, pero con menos atención mediática.
HE HABLADO CON LAS FAMILIAS de los jóvenes fallecidos y están verdaderamente indignadas, aunque admiten que tampoco esperaban mucho de las autoridades.
NO DEBEMOS OLVIDAR TAMPOCO a Isabella, la joven que ha pasado por más de diez operaciones y que, al igual que los demás, ha sido abandonada a su suerte por el gobierno.
BASTA YA DE BURLAS. ESTAMOS hablando de seres humanos, no de objetos. Estas ridículas sanciones no son más que una cortina de humo.
PASARELA CON APLAUSOS. Hablando de burlas y vergüenzas, las comparecencias de los titulares de las secretarías del gobierno estatal, con motivo de la glosa del informe, se han convertido en una auténtica pasarela en el Congreso del Estado.
EN LUGAR DE SER UN EJERCICIO serio de rendición de cuentas, hemos visto un espectáculo lamentable lleno de halagos, selfies, risas y aplausos.
LO QUE DEBERÍA SER UNA ocasión para cuestionar los pésimos resultados entregados, se ha transformado en un desfile de diputados sumisos, aduladores y serviles.
CON ESTE ATRACTIVO SHOW montado, los funcionarios que aún faltan por comparecer están apresurados para presentarse ante sus "súbditos" legisladores, sabiendo que, lejos de enfrentar un verdadero escrutinio, serán recibidos entre aplausos y palmaditas en la espalda.