Minutos antes de que Francis Ford Coppola recibiera el premio a la excelencia artística en un teatro moreliano lleno para disfrutar de su nuevo largometraje, Megalópolis, el cineasta vio proyectada una compilación de fragmentos de su filmografía.
Después de ver extractos de Drácula, El Padrino y Apocalipsis Ahora, afirmó a la gente que podrían ya no ver la cinta porque eso había sido un buen resumen de su largometraje, que lo refleja por completo.
"Megalópolis es una película que he hecho con emociones que he tenido toda mi vida, es cada película que alguna vez amé, cada cineasta que admiré, es todo lo que tenía en mi cabeza desde mis lecturas sobre la antigua Roma y lo que ha surgido viviendo en una nueva república de Roma, que es América.
"Existía la expresión: 'todos los caminos conducen a Roma', pero después de la Segunda Guerra Mundial, todos los caminos conducen a América. Atraviesen la puerta sin ninguna expectativa, esto es una fábula, como las historias que cuentas a los niños, pueden reírse de ella", expresó el cineasta.
Durante su estancia en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), Coppola incluso dijo que era válido que después de verla no la entendieran inmediatamente, porque eventualmente él mensaje les llegaría.
Su encuentro con el público terminó con la develación de una butaca de cine con su nombre, la cual se quedará en Morelia, pero no pudo estrenarla porque, dijo, estaba muy temblorosa, por no estar sujeta al piso.