Elon Musk fue recibido en Pensilvania como un héroe por aquellos que quieren un gobierno más pequeño y al mismo tiempo mostrar el músculo financiero que proviene de ser el hombre más rico del mundo, según The Wall Street Journal.
Tres días después de su campaña electoral, el multimillonario se desvió de su discurso habitual, entregando un cheque de un millón de dólares a un asistente al azar el sábado por la noche y prometiendo entregar muchos millones más antes del día de las elecciones.
Musk sorprendió con un cheque gigante frente a unas mil 500 personas que habían ido a verlo en persona, muchas de las cuales querían saber esencialmente lo mismo: ¿Cómo recortaría el gasto público si Donald Trump gana un segundo mandato en la Casa Blanca?
Ésa era la dicotomía de Musk arrasando Pensilvania a favor de Trump, pero también pareciéndose mucho a un candidato, incluso cuando dice que no quiere involucrarse en política.
El director ejecutivo de Tesla y SpaceX, en términos generales, estaba defendiendo la idea de liderar una propuesta de Departamento de Eficiencia Gubernamental, o D.O.G.E. como a él y a sus fanáticos les gusta llamarlo.
De acuerdo con el WSJ, Poco después de que Musk entregara el primer cheque, una mujer se levantó para hacerle una de las muchas preguntas de los asistentes al titán tecnológico. Ella, como muchos en los ayuntamientos de los suburbios de Filadelfia el jueves y viernes y en los suburbios de Pittsburgh el domingo, se centró en D.O.G.E.
"¿Cuáles son sus estrategias y prioridades para frenar el gasto gubernamental?" preguntó.
Incluso antes de que comenzara el evento, la gente que hacía cola para entrar al moderno edificio de la iglesia para escuchar a Musk hablaba sobre ese mismo tema. Para muchos allí, su experiencia eliminando la burocracia para lanzar cohetes al espacio y reduciendo drásticamente el número de empleados en Twitter convertido en X después de adquirirlo a fines de 2022 le brinda la experiencia perfecta para enfrentarse al Gran Gobierno.
"Algunas de las cosas que ha hecho en Twitter son bastante controvertidas, pero espero que podamos hacer eso en el gobierno al deshacernos del 80 por ciento del personal", dijo Brian Hunt, ingeniero nuclear de 38 años el sábado mientras esperaba tener noticias de Musk. "Quiero aprender sobre su visión".
Varios otros se hicieron eco de su sentimiento. "Es como, está bien, ¿vas a entrar allí con un hacha y despedir a la mitad del gobierno? Eso es asombroso", dijo Luke Shaffner, de 39 años, de Carlisle, Pensilvania. "Me encanta."
En una medida que recuerda cómo no sigue las normas tradicionales en el mundo empresarial, el anuncio sorpresa de Musk de donar 1 millón de dólares cada día hasta las elecciones repercutió en toda la cobertura mediática del día siguiente. El dinero va, dijo, a una persona seleccionada al azar que firmó su petición apoyando las armas y la libertad de expresión, parte del trabajo de su súper PAC pro-Trump.
El anuncio fue elogiado por algunos fanáticos como brillante por generar atención sin tener que recurrir a costosos anuncios de televisión en un estado de campo de batalla, mientras que otros lo vieron como un desesperado grito de último minuto para llamar la atención.
Su táctica puede verse como otra señal de la seriedad con la que Musk se está tomando la victoria de Trump sobre la vicepresidenta Kamala Harris el 5 de noviembre.
Su papel exacto en una posible administración Trump es, en el mejor de los casos, turbio, razón por la cual fue la pregunta que se hizo en sus ayuntamientos.
Semanas después de que Musk respaldara públicamente a Trump, el ex presidente dijo que planeaba encargar al director ejecutivo de Tesla y SpaceX la dirección de una comisión de eficiencia gubernamental, en la práctica un grupo de trabajo.
"Es un gran hombre de negocios y un gran reductor de costos", dijo Trump durante una entrevista en Fox News a principios de este mes, diciendo que Musk será el "Secretario de Reducción de Costos".
No ha habido ninguna sugerencia de que Musk se uniría a las filas del gobierno como empleado o renunciaría a sus funciones en sus empresas. Más bien, Musk habló en los últimos días sobre cómo sería el puesto potencial además de todos sus otros trabajos.
"Tengo la intención de trabajar mucho para mejorar la eficiencia del gobierno", dijo Musk ante una multitud de unas mil 200 personas en un evento el viernes por la noche en los suburbios de Filadelfia. El domingo, cerca de Pittsburgh, dijo que debería ser un trabajo fácil, si no fuera por intereses arraigados que lo rechazan.
"Estarán de mal humor por esto, pero el pueblo estadounidense estará muy feliz de que el dinero de sus impuestos se gaste de una manera mucho más sensata", dijo.
Queda por ver cómo podría realmente lograr algo tangible, especialmente porque Trump no ha articulado exactamente qué tipo de poderes podría tener Musk más allá de revisar áreas en busca de sugerencias para "reformas drásticas".
Gran parte de la atención inicial se había centrado en los comentarios de Musk sobre la reducción de las regulaciones, especialmente cuando se enreda con agencias gubernamentales, como la Administración Federal de Aviación, que, según él, están obstaculizando a sus empresas.
Durante la campaña electoral, Musk habló extensamente sobre lo que él considera los problemas de demasiadas regulaciones y eliminarlas fue a menudo su bálsamo cuando los votantes plantearon diversas cuestiones.
Pero más que recortar las reglas, los votantes estaban quizás más ansiosos en los últimos días por escuchar sus planes sobre dónde y cómo recortaría el gasto, especialmente a la luz de lo que hizo en X, que tenía problemas financieros cuando asumió el cargo.
Sin embargo, después de cuatro días de camino, Musk no fue demasiado específico sobre dónde podrían realizarse los recortes, lo que dejó a algunos frustrados. En lugar de eso, escucharon a Musk enfatizar la necesidad de aplicar el "sentido común" al gasto, priorizar esos gastos para beneficiar a los estadounidenses, ser transparente sobre los recortes y plantear algunas ideas sobre cómo podría abordar el esfuerzo.
La inteligencia artificial podría ser útil, dijo en una parada de campaña, diciendo que la IA podría usarse para analizar las leyes y regulaciones gubernamentales para comprender mejor dónde se gasta el dinero y luego simplificarlas.
También sugirió que los trabajadores del gobierno serían juzgados por su desempeño y despedidos si desperdiciaran dinero, una táctica que podría funcionar en Tesla pero que probablemente se volvería mucho más difícil con una fuerza laboral del gobierno que tiene ciertas protecciones que hacen que sea más difícil eliminar algunas.
Un día después, en otro evento, Musk añadió que quiere garantizar un aterrizaje suave para los trabajadores despedidos, sugiriendo dos años de indemnización.
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