Pensar que la experiencia en los museos se reduce a contemplar nada más con la mirada es una noción excluyente que no permite a todos disfrutar de lo que en ellos se exhibe.
Por eso uno de los esfuerzos de la Red de Museos para la Atención a Personas con Discapacidad es fomentar que en tales espacios se implementen distintas estrategias para que quienes viven con pérdida o debilidad visual puedan acceder a las muestras y contenidos.
"(Los museos) son lugares para apreciar el arte, pero ya queremos nosotros que haya otras formas de hacerlo", remarca en entrevista telefónica Ana Laura Peña, integrante del comité organizador de la Red, quien celebra que cada vez hay más espacios interesados en volverse incluyentes y accesibles.
"Ya tenemos algunos recintos que, por ejemplo, tienen materiales en braille, tienen audiodescripciones, tienen piezas táctiles que las personas pueden sentir. Entonces, cada vez es más amplia la cartelera", agrega la bibliotecóloga de formación y trabajadora del Museo del Estanquillo desde hace 13 años.
Creada a partir del interés del personal de varios museos, la Red lleva poco más de una década promoviendo y desarrollando cursos, talleres, capacitaciones, coloquios, jornadas y demás actividades en favor de la experiencia de las personas con discapacidad tanto en espacios museísticos como en los tres zoológicos de la CDMX y hasta en el Jardín Botánico de la UNAM.
"Intentamos que el personal de guarda y custodia que está en nuestros recintos reciba la mayor capacitación posible para que pueda apoyar a las personas con discapacidad cuando nos visitan, y que les permitan moverse de manera libre e independiente por el espacio.
"Somos un ente autónomo sin presupuesto que la verdad es que colaboramos únicamente por la buena voluntad de las compañeras y de los compañeros de los museos", refrenda Peña, encargada del Subcomité de Difusión y Redes Sociales de dicha iniciativa.
Actualmente, la Red agrupa 45 espacios en el País, lo mismo públicos que privados; 35 están en la Capital, y de éstos, 15 recibieron el año pasado una capacitación por parte de Ilumina, Ceguera y Baja Visión -centro dependiente de la Fundación Villar Lledias, IAP- acerca de cómo llevar a cabo la adecuación de sus materiales.
Fruto de ello son las piezas táctiles que ahora hay en el Museo Nacional de San Carlos, por ejemplo, y también algunas novedades en el Estanquillo; "tenemos carpetas en braille en cada una de nuestras exposiciones, y en el área de Servicios Educativos tenemos una fachada que hicimos del museo, que viene acompañada de su audiodescripción", cuenta Peña.
Además de esto, otras medidas en apoyo de las personas con discapacidad visual son el macrotipo, que es poner letras de mayor tamaño, y también incluir descripciones mucho más detalladas para quienes se asisten de herramientas como los lectores de pantalla en sus teléfonos.
Y aunque resulta alentador que 15 museos estén interesados y empiecen a hacer lo necesario para que las personas con una visión limitada o nula también puedan acceder a su oferta expositiva, esto pareciera ser apenas los primeros pasos de una labor titánica para una urbe donde se cuentan arriba de 150 recintos.
¿Resulta complicado o costoso?
Como toda actividad, obviamente requiere un costo. Pero algo que nos enseñaron durante esta capacitación fue que podemos utilizar materiales reciclables para hacer las réplicas táctiles, por ejemplo.
Creo que lo más importante aquí es la actitud del personal y de las autoridades de los recintos para volver los espacios accesibles. Sí requieren una inversión, obviamente, pero puede irse haciendo paulatinamente; pueden empezar con algún video en Lengua de Señas Mexicana (LSM), con alguna cédula en braille.
Eso, voluntad por parte de las instituciones y sus plantillas, además de una mayor empatía desde la sociedad misma hacia estos grupos, es lo que Peña identifica como necesario para avanzar en este sentido.
"El dinero, obviamente, sabemos que siempre es un factor primordial, sabemos que en la cultura siempre es escaso. Entonces, no nos quedemos con la idea de que el dinero sería algo súper necesario para trabajar", insiste la bibliotecóloga.
"Creo que más bien sería la empatía, la voluntad y el conocimiento, para poder seguir llevando a cabo este proyecto, y seguir trabajando por la inclusión".
A mediados de noviembre próximo, la Red celebrará su octavo Coloquio Discapacidad y Acceso a la Cultura; y a finales del mismo mes y hasta el 8 de diciembre realizarán la edición 11 de la Jornada por la Inclusión, en la que los museos despliegan carteleras dedicadas a las personas con discapacidad.
Asumen la tareaLos museos cuyo personal recibió capacitación el año pasado para recibir a personas con discapacidad visual son:
- Museo de Arte Popular
- Museo de las Constituciones
- Museo del Perfume
- Museo del Estanquillo
- Museo Nacional de San Carlos
- Foro Valparaíso
- Museo Nacional de la Acuarela
- Casa Estudio Diego Rivera
- Museo de Arte Moderno
- Universum, Museo de las Ciencias
- Museo Nacional de la Estampa
- Museo Casa Carranza
- Museo Nacional de las Culturas del Mundo
- Museo Mural Diego Rivera
- Museo Casa de la Bola
nacionales
